La tormenta vespertina trajo alivio a una jornada de calor insoportable, pero los vientos fuertes y el agua provocaron inconvenientes en Rosario. Al respecto, el titular de Defensa Civil de la ciudad, Gonzalo Ratner, evaluó que el “daño material es muchísimo y variado” y advirtió que continúa vigente una alerta naranja para la noche, por lo que pidió precaución en la circulación.

Durante la tarde, las máximas ráfagas de viento alcanzaron un máximo de 92 kilómetros por horas y cayeron 56 milímetros de agua en poco tiempo, indicó el funcionario municipal en diálogo con Hoy es siempre todavía (Radio 2).

Ratner señaló que hacia a las 19 de este viernes había registro a la línea 103 de unos 170 reclamos de árboles y ramas caídas; 100 con relación a postes y cables caídos y otros trece en torno de voladuras varias.

“Hay afectaciones en todos los distritos”, agregó, aunque precisó que la zona centro, norte y noroeste fueron las más afectadas. 

Sobre la línea de reclamos 103, Ratner pidió tener “mucha paciencia” para que el vecino pueda explicar la emergencia y se destine la maquinaria adecuada para solucionar el incoveniente. También, existe la opción de llamar al 147, dijo.

Tras la tormenta, más de 20 cuadrillas se encontraban trabajando en la calle para solucionar todos los inconvenientes resportados, explicó en Telenoche Rosario (El Tres).

Como botón de muestra de los destrozos mayores, frente al Hospital Alberdi (avenida Puccio 575), dos árboles añosos cayeron sobre parte de la fachada del centro del salud y de un contenedor de basura, que quedó destruido.

“El dato positivo es que no tenemos registro de lesionados”, indicó el funcionario.

En tanto, Jorge Giometti, director del Centro de Monitoreo y Sistema de Alerta Temprana, advirtió que la tormenta aún no pasó y se espera más agua y viento para la noche: “Hay dos celdas más que están al oeste y en poco tiempo pueden estar en nuestra zona”.

En el mismo sentido se manifestó Ratner. Advirtió a los ciudadanos que estén "atentos" y recomendó que lo mejor ante este panorama es no salir y evitar los traslados, además de asegurar los elementos en los hogares que puedan ser desplazados por el viento, destapar desagues y colaborar con la higiene urbana depositando los residuos en los contenedores.