La pandemia de coronavirus no hizo más que reforzar una tendencia que ya estaba instalada en la sociedad. El alto consumo de psicofármacos es una práctica extendida: en todo el país se consumen cerca de 52 millones de pastillas al año, según datos de la industria farmacéutica.

Diversos profesionales han analizado aspectos de la salud mental asociado al consumo de psicofármacos y alcohol durante la presente pandemia. Todos coinciden en mayor o menor medida en que los factores que se asocian a esta característica se relacionan por una parte con el confinamiento domiciliario, el distanciamiento físico y social, se asocian al malestar psíquico e incluso a cuadros definidos de ansiedad excesiva, depresión, insomnio y stress postraumático a los que se suman en muchos casos el duelo por fallecimiento de familiares y amigos directos de trato cotidiano.

El Dr. Alberto Davidovich, Director Médico de Emerger, explica: “Todo esto contribuye al aumento de medicalización con psicofármacos como recursos para tratar síntomas aún en cuadros no definidos y aumento de consumo y dosis de los que se venían usando. Asimismo el aumento en el consumo de alcohol durante la presente pandemia se ha hecho notorio a nivel mundial. Si bien estos fármacos pueden ayudar a enfrentar algunos de los síntomas antedichos, hay que ser conscientes que su uso no debe ser crónico y que el principal recurso ante los trastornos psicopatológicos es el apoyo afectivo/emocional, la escucha atenta de nuestros seres queridos cercanos y la conversación frecuente aunque sea sin contacto físico aprovechando los medios de comunicación con que contamos a nivel global. 

Se recomienda prestar atención al consumo excesivo de alcohol, drogas psicoactivas y psicotrópicos.

Evitar la automedicación por repetición de recetas sin consejo del profesional médico especialista como así también la suspensión brusca de medicación que se tomaba previamente a la pandemia”.

Se debe mejorar la comunicación con familiares y personas de confianza, compartir las emociones del impacto de la pandemia exteriorizando las manifestaciones a qué de lugar, forma parte del cuidado personal y favorecen la salud psicofísica a largo plazo.

Es fundamental establecer empatía con quienes sufren y consumen psicofármacos sin discriminar, juzgar ni expulsar a quienes lo padecen.

Recuerde que el exceso en el consumo y / o los efectos colaterales pueden manifestarse con temblores, sudoración, agresividad, ansiedad, aislamiento, náuseas y vómitos. En todos estos casos se requiere de consulta pronta con el médico de cabecera.

Emerger, la empresa de servicios de salud, aconseja: “Es importante estar informado y consultar con su profesional médico, ya que el problema de la ansiedad no se resuelve únicamente tomando ansiolíticos, sino a través de una estrategia terapéutica para ayudar al paciente a enfrentar las circunstancias que la generan. La ansiedad es normal, el problema es cuando pasa a ser excesiva cualitativa y cuantitativamente. Los psiquiatras no solo usan medicación, sino que se apoyan en la psicoterapia.

La mitad de los pacientes que atiende en su consultorio no están medicados. En cambio, "tienen una terapia específica, generalmente cognitiva conductual, que les permite entrenar su mente para afrontar esas situaciones de manera más adaptativa".

Como hace más de 26 años, Grupo Emerger sigue brindando servicios de salud prehospitalarios de excelencia y sumando valor agregado a toda la comunidad en general en materia de prevención y cuidados.

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