El iceberg "A68a", que se desprendió de la barrera de hielo Larsen C de la Antártida en julio de 2017, actualmente navega a través de aguas abiertas a solo unos cientos de kilómetros del territorio ocupado por británicos de ultramar de Georgia del Sur.

Si la masa de 4.700 kilómetros cuadrados, mayor que la propia Georgia del Sur, continúa su trayectoria actual y llega a las costas de la isla, los científicos temen que pueda tener un efecto devastador en sus poblaciones de vida silvestre en los próximos años.

El A68a tiene una superficie de unos 4.200 kilómetros cuadrados y por tanto es el iceberg más grande que existe en la actualidad en nuestro planeta. Como se recordará, el iceberg más grande observado en las últimas décadas fue el B-15, formado el año 2000, con 11.000 km2 pero fragmentado casi por completo en 2005.

La estabilidad y ruta de esta gran masa de hielo son impredecibles a largo plazo pero no se descarta que se mantengan durante los próximos meses y lo que quede del A68 llegue a Georgia del Sur.

La presencia de este iceberg cerca de la costa -interfiriendo las corrientes marinas, por ejemplo- o su impacto con tierra firme suponen una grave amenaza para numerosas colonias de focas y pingüinos, así como de diversos hábitats marinos y costeros en una zona considerada como un gran refugio de vida silvestre, según hexplicó a la BBC el profesor Geraint Tarling, ecólogo experto en zooplacton e investigador del equipo de Ecosistemas de la British Antarctic Survey (BAS, institución científica británica dedicada a la investigación de la Antártida).

Estudios en curso

Turling y otros expertos del BAS esperan disponer de recursos económicos y técnicos para avanzar en sus estudios sobre la evolución del A68a y su posible impacto en las Georgias del Sur. Entre otros detalles, estos expertos recuerdan que la presencia de icebergs también puede tener efectos positivos como la mayor presencia de nutrientes.

De momento, no obstante, buena parte de los estudios se centran en analizar la trayectoria del iceberg y la consistencia de su hielo. Las imágenes de satélite sugieren que A68a está en un camino directo hacia Georgia del Sur pero esta ruta podría cambiar por diversos motivos. “Todo es posible”, indicó a la BBC el también investigador del BAS Peter Fretwell, especialista en mapeo y teledetección.

Expertos del BAS solicitaron a la Agencia Espacial Europea (ESA) que se lleve a cabo un seguimiento especial del A68a con ayuda de equipos en órbita como los del satétlite Sentinel-1, según publicó La Vanguardia.

La nota informativa más reciente de la ESA sobre la localización y ruta del A68a fue publicada el pasado mes de julio, coincidiendo con el tercer aniversario de la formación de este gran iceberg.