Las dos principales promotoras de conciertos y festivales de música en los Estados Unidos, AEG y Live Nation, empezarán a pedir pruebas de vacunación al público y a los trabajadores de sus espectáculos.

AEG anunció este jueves que a partir del uno de octubre exigirá que todos estén completamente vacunados, mientras que Live Nation dejará la decisión sobre los asistentes en manos de los artistas, pero pedirá el certificado a sus empleados.

La medida más drástica, tomada por AEG, afecta a varios de los festivales más importantes del mundo como Coachella, Firefly o el festival de Jazz de Nueva Orleans, que tuvo que ser cancelado recientemente por el aumento de casos de covid-19.

"Hace apenas unas semanas, éramos optimistas sobre hacia dónde se dirigían nuestro negocio y nuestro país. La variante delta, junto a la resistencia a las vacunas, nos está empujando en la dirección equivocada", aseguró en un comunicado el director de la compañía, Jay Marciano.

En ese sentido consideró que, "como líderes del mercado", les correspondía "adoptar una postura efectiva sobre el estado de vacunación".

El incremento en el número de los casos debido a la variante Delta y la resistencia a las vacunas entre la población obligaron a las productoras de eventos a tomar medidas que les permitan mantener sus actividades a pesar de la pandemia.

En tanto, su principal competidor, Live Nation, solo requerirá el certificado de vacunación a sus empleados, pero dejará que cada artista decida esa exigencia para su público.

Por ejemplo, Maroon 5 está pidiendo el certificado o una prueba negativa de menos de 48 horas para todos los espectáculos de la gira que iniciarán la semana que viene. Billie Eilish, Harry Styles, Jonas Brothers, Kiss y Pitbull son varios de los artistas que tienen conciertos programados con esta productora, aunque de momento no anunciaron su postura.

"Creemos que este es un gran modelo y ya lo implementamos con éxito en muchos festivales importantes, incluido Lollapalooza", indicó en un comunicado el director de Live Nation, Michael Rapino.

Lollapalooza Chicago funcionó como una prueba de la realización de festivales masivos en tiempos de pandemia.

Lollapalooza Chicago fue una de las pruebas más importantes, donde participaron 385 mil personas a lo largo de los cuatro días que duró el festival.

La doctora Allison Arwady, directora del departamento de salud pública de Chicago, expresó que no fue un "evento de contagios masivos" y que todo estuvo "dentro de lo esperado". Hasta las últimas horas se detectaron 203 casos de coronavirus entre los asistentes y no hubo internados o muertos.

Para poder entrar al famoso festival, los asistentes tenían que estar vacunados o una copia negativa de covid-19 realizada no más de 72 horas antes. Eso significó que quien tenía un pase para los cuatro días del evento y no estaba vacunado se tuvo que hacer dos pruebas y usar tapabocas.