La tarde ajetreada en la zona de Santa Fe y España tuvo un momento de susto inesperado, cuando vecinos y empleados de los locales vieron la explosión de una tapa de cemento en el piso, que afortunadamente no dejó heridos ni daños mayores. El servicio fue suspendido en esa cuadra, hasta las 23 por los arreglos de la caja de fusibles de luz.

Alrededor de las 17 se comenzó a percibir un altibajo de luz, y los vecinos se sorprendieron de ver un humo de color rojizo, unos minutos antes de la detonación. Este hecho afectó tanto la iluminación de calle España como en Santa Fe hasta las 23, horario en que se estima volvería el servicio a la normalidad en la zona.

El corte se dio de un solo lado, pero la cuadrilla de la EPE cortó el servicio del lado de enfrente para trabajar en la reparación de la caja de luz.

Lo llamativo fueron las dimensiones de la explosión, si se observa que la tapa en la ochava de Santa Fe y España es de un metro por medio metro, de material de cemento y hierro, lo que no impidió su voladura.

Consultados por el móvil de Telenoche (El Tres), los empleados de la cuadrilla de EPE, que trabajan desde la tarde explicaron las causas posibles: “Pueden ser muchas causas: un animal que se haya metido, un poco de agua, un pedazo de metal dentro de una de las fases”. Lo que aseguraron es que “no sucedió por una sobrecarga de energía porque estaba perfecta la caja esquinera, la cual maneja la energia de las cuatro esquinas de la ochava”.

Los vecinos también expresaban que había olor a quemado, “como a amoníaco”. Sobre ésto fue consultado el electricista de la EPE entrevistado en el móvil. “Es el olor que producen los cables de aluminio quemados, pero no revisten de peligrosidad”, aclaró.

Una vecina de esa cuadra fue la que describió: “Primero veíamos cómo salía el humo de color rojo, me asusté y al rato vimos cómo explotó”.

Otro vecino de esa esquina aseguró que “la explosion fue terrible. No rompieron los vidrios ni pasaba nadie de casualidad. La tapa voló toda”.

Para trabajar, los empleados de la EPE realizaron un corralito que reducía la calzada en la arteria de Santa Fe tras el cruce con España, mientras sus tres vehículos se estacionaban del lado del carril exclusivo, por lo que se producía un embudo que atrasaba el paso provisoriamente en esa zona del centro rosarino.

El semáforo seguía funcionando gracias a la alimentación electrica desde un vehiculo de autotrol de la propia EPE.