Federico “Fred” Machado, empresario detenido y acusado de integrar una red dedicada al lavado de dinero y al narcotráfico, rompió el silencio este martes desde su prisión domiciliaria en Viedma. Lo hizo dos días después de la renuncia de José Luis Espert a su candidatura como diputado nacional por Buenos Aires. Confirmó que aportó dinero para su campaña e incluso habló de montos superiores a los que circularon en los medios. Dijo que le "parecía un tipo noble" y que se reunieron varias veces; que sabía de su situación procesal y que su "error" fue haber negado el vínculo entre ambos. Hasta recordó una reunión que compartieron con Lilia Lemoine y un asesor del presidente norteamerrcano Bill Clinton.
En diálogo con radio Rivadavia, Machado confirmó que financió al menos parte de la campaña presidencial de Espert en 2019 y aseguró que el economista le pidió ayuda económica. “Sobre los 200 mil dólares se están confundiendo: era más, pero en cuotas. No me acuerdo el monto final”, señaló. “Yo le conté a Espert que tenía un proyecto en Guatemala y él me dijo que hacía asesorías. Entonces le propuse firmar un acuerdo. Decían que era un buen economista”, agregó.
El empresario relató que el entonces candidato le había pedido apoyo económico en plena campaña. “Me preguntó: «¿Che, no me podés hacer un aporte monetario? porque estamos en bolas»”, recordó. Según su versión, accedió a cubrir gastos de movilidad y alimentación: “Le financié lo que necesitaba para moverse. Me pareció un tipo de familia, normal. Yo no vivía en la Argentina, él me contaba cómo iba la campaña y Nazareno Etchepare le daba un pronóstico no muy triunfalista”.
Machado aseguró que en junio de 2019 viajó desde Inglaterra, donde se encontraba por el aniversario de Normandía, porque lo convocaron desde el equipo de Espert: “Me dijeron que estaban eligiendo vicepresidente y que les importaba mi opinión. Me preguntaban, no decidía yo”, aclaró.
Más adelante, afirmó que el actual diputado sabía de su situación judicial. “Con Espert hablé en 2021, cuando llegué al país. Nos sentamos y le conté. Me escuchó asombrado”, recordó. Esta versión va en contradicción con la del economista, que aseguró haberse enterado del caso por televisión. “Yo le cuento en marzo y me dice algo que no me olvido más: No sé si me dijo «Con vos me inmolo» o «A mí me inmolan por vos». Pero sí me dijo «Te creo». Esa fue la última vez que lo vi”, añadió.
Machado consideró que el “mayor error” de Espert fue negar el vínculo entre ambos. “Es imposible negar a un tipo con el que volaste. Me sale a negar cuando hay videos. El error de Espert fue no reconocer que me conocía”, sostuvo. Y precisó: “Compartimos dos vuelos, pero después él se quedó con un avión. Por esos vuelos hay que preguntarle a la Policía aeronáutica”.
“Le habré dado 100 o 150 lucas”
El empresario detalló que los aportes se hicieron en dos etapas: una por “asesorías” personalizadas y otra para financiar la campaña. “Por mis ingresos no me pareció un gasto importante. Le habré dado 100 o 150 lucas”, aseguró.
También recordó una reunión de planificación de campaña en la casa de Luis Rosales, finalmente elegido como compañero de fórmula. “Estaban Espert, Clarita, Dick Morris, un encuestador, dos pibes jovencitos y Lilia Lemoine. Era muy bizarro todo. Éramos seis tipos tratando de cambiar el país”, describió.
Sobre el vínculo con el economista, expresó: “Parecía un tipo noble. No era el Espert de «cárcel o bala», no hablaba así en ese momento”.
La causa por narcotráfico
Machado también se refirió a la investigación por la que cumple prisión preventiva en su casa, acusado por la Justicia de Estados Unidos de narcotráfico. “La acusación fue tras una serie de coincidencias. En 2016 llegué a Guatemala de casualidad porque conocía al presidente. Es mentira que le pagué la campaña”, sostuvo.
Explicó que la causa lo vincula con aviones que aterrizaron con droga en Guatemala. “En ningún momento dicen que los aviones eran míos. Tres de los mencionados pertenecían a una empresa asociada a un fideicomiso con el que yo operaba. Ven que varios caen y me asocian. Me dicen «Éste es el tipo que está organizando todo». Pero nada que ver”, se defendió.
“Hay que ser muy tonto para poner un avión con droga a tu nombre”, ironizó. Y aseguró que su fortuna proviene del negocio aeronáutico: “Empecé vendiendo un avión chico y después, cuando te querés acordar, estás vendiendo jets. En Estados Unidos, si te esforzás, te va bien. No tenía necesidad de vender droga. Si no me hubiera ido a Guatemala, hoy estaría tomando mates con Messi en Fort Lauderdale”.



