El fuego que prendió pastizales y mató nutrias, avispas lechiguanas y tortugas en las islas entrerrianas fue controlado a la medianoche por los bomberos que trabajaron a destajo desde hace una semana atrás cuando aparecieron los primeros focos. Los incendios, esta vez, tuvieron lugar al borde la ruta nacional 174 que une Rosario con la ciudad entrerriana de Victoria y esta particularidad está relacionada directamente con los reponsables: personas que paran a los costados del camino para pescar y acampar.

En diálogo con Rosario3, el vicejefe de Bomberos Voluntarios de Victoria, Fabián Daydé, confirmó que a última hora de ayer lograron sofocar un foco que seguía prendido a la altura del kilómetro 14. Las llamas se habían concentrado entre los kilómetros 14 y 18 muy cerca de la ruta desde la semana pasada. “Después de bastante insistencia, la concesionaria aporto la máquina solicitada, una pala frontal de uso vial”, reconoció en relación al aporte de la empresa Caminos del Río Uruguay a cargo del mantenimiento de la conexión vial. Tal como había explicado ayer, esa tecnología permite levantar la tierra y acceder al fuego subterráneo que se seguía alimentando de la sequía de los pastos.

Tras una intensa jornada de trabajo sin descanso, los bomberos lograron apagar las últimas llamas y chispas que se mantenían vivas. Sin embargo, Daydé indicó en relación a la firma: “Si no ejercen el control y siguen permitiendo el acceso de personas a pescar y acampar en zonas aledañas al camino, considerando la cantidad de material combustible disponible, habrá más incendios”.

El incendio se extendió a lo largo de 4 kilómetros a los costados de la cinta asfáltica que une Rosario y Victoria y ocasionó importantes daños en la flora y la fauna autóctona. Debido al cambio del viento y la insistencia de las llamas, el humo llegó a la ribera local y ocasionó fuertes molestias entre los habitantes del centro, incluso durante esta madrugada.