Braian Gallo, el joven que fue defendido por el presidente electo Alberto Fernández tras haber sido discriminado como autoridad de mesa por su vestimenta en Moreno, Buenos Aires, dijo que le "dio bronca" enterarse de los comentarios realizados en su contra. "Hoy en día la ropa está cara y preferís comer antes que comprarte unas zapatillas. En los barrios bajos te vestís como podés, no como querés", señaló.

En diálogo con el programa A Diario (Radio 2), Braian manifestó que nadie le dijo nada el domingo pasado en la escuela de Moreno donde fue presidente de mesa. "Después me mostraron que me habían escrachado y no le di bola. Cuando salí del colegio y fui a mi casa vi lo que estaba pasando. Gracias a mi vieja (hizo una publicación en redes sociales) se viralizó todo. Me dio bronca. En vez de robar yo ayudo a la gente", comentó.

"Creo que con esto la gente se va a dar cuenta que está mal discriminar o juzgar a la gente sin conocerla. No sé por qué pasa, pero pasa más en los barrios. En Capital la gente anda de traje y corbata; en los barrios bajos te vestís como podés, no como querés. Hoy en día la ropa está cara y preferís comer antes que comprarte unas zapatillas", expresó.

El joven de 22 años, padre de un nene de cuatro años, dijo que trabaja hace un año y medio en una cooperativa y vive en una "casillita humilde" en Moreno, Buenos Aires. "A la mañana limpio los arroyos de Moreno, sacamos la basura. Laburo hasta las 12. Después como en casa y salgo a la tarde a repartir mercadería en los merenderos del distrito. Me metí en un club que ayuda a muchos chicos", indicó.

Braian relató que no es la primera vez que sufre discriminación por cómo se viste. "Nadie te dice nada en la cara. Te das cuenta en las caras, cuando guardan sus teléfonos o cambian de vereda. Eso porque sos negro o tenés la visera para adelante", añadió.

"La visera, como le decimos, es algo que es parte de nosotros en el barrio. Si uno no tiene visera siente que le falta algo. Es parte de la vestimenta. No por una visera vas a tener un revólver en la cintura o un cuchillo", concluyó.

"La mayoría de la gente de acá no tiene laburo. Hay familias con cuatro o cinco hijos y no tienen laburo. Vamos a ver qué pasa con Alberto (Fernández). Ojalá esto cambie. Lo abrazo a la distancia por las palabras que me dedicó", finalizó.