Los incendios forestales que se extendieron durante el fin de semana en el centro y sur de Chile dejaron al menos 24 muertos y 1.182 heridos. El Gobierno chileno informó este domingo que son 10 los detenidos por su presunta implicación en los incidentes.

"La generación intencional de incendios va a ser perseguida penalmente por el Gobierno. La ley es especialmente dura (..) Las penas van de 5 a los 20 años", aseguró en una rueda de prensa el subsecretario del Interior Manuel Monsalve.

En las últimas horas, un hombre que estaba internado en la localidad de Angol, en la región de La Araucanía, falleció debido a las graves heridas, lo que aumentó a 24 el número de muertes provocadas por los incendios. Además, "ya son 1.801 las personas damnificadas, 66 las lesionadas y 1.475 las que se encuentran en calidad de albergadas".

Monsalve indicó que además "hay 26 personas hospitalizados en la condición de gran quemados" y que ya fueron destruidas más de 100.000 hectáreas y 800 viviendas, mientras que de momento "no hay personas desaparecidas". Los incendios coinciden con una larga sequía que ya dura más de trece años y con una ola de calor inédita en el sur.

El subsecretario aseguró el domingo que "la actividad de los incendios durante el transcurso de la noche fue menor a la esperada" porque las temperaturas se han moderado levemente, pero alertó que a partir del martes la región sureña sufrirá una nueva ola de calor, con temperaturas históricas que pueden llegar a los 40 grados centígrados.

Más de 3.800 bomberos trabajaban para controlar el fuego en las zonas afectadas.

Desde el inicio de los incendios se encuentran trabajando cerca de 2.500 brigadistas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), más de 3.800 bomberos, 89 efectivos de la Policía de Investigaciones y cerca de mil efectivos de Carabineros

Según el último informe del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) del Ministerio chileno del Interior, actualmente hay 275 incendios activos en todo el país, de los cuales 69 están en combate.

Las regiones más afectadas son Ñuble, Biobío y La Araucanía, zonas de intensa actividad agrícola y forestal ubicadas a 400, 500 y 700 kilómetros al sur de la capital chilena, respectivamente. La rápida propagación de las llamas provocó el desalojo de decenas de ciudadanos que habitan en los municipios aledaños.

El presidente Gabriel Boric declaró el Estado de Catástrofe para las regiones más afectadas y pidió ayuda internacional para combatir los focos de incendios. Colombia y Argentina ya enviaron materiales y brigadistas para atender la emergencia.