Javier Milei presentó este lunes un escrito en la causa que le inició la familia de Ian Moche, el niño de 12 años con autismo al que el presidente asoció con “los kukas” a través de un posteo en sus redes sociales. En su presentación, el mandatario se rehusó a eliminar la publicación alegando que se encuentra protegida por el derecho de “libertad de expresión”.
Además, Milei se refirió al niño como “un activista” y sostuvo que, dado ese perfil, está sujeto a las críticas de quienes no compartan sus ideas o su forma de expresarlas. A su vez, consideró que la demanda de Moche debía ser rechazada “de inmediato” por su “manifiesta improcedencia formal y conceptual”.
El presidente negó que “el interés superior del niño habilite a restringir la libertad de expresión política en el marco de un debate público legítimo”. “Se trató de una publicación entre varias al día que se realizan a través de mi cuenta en esa red social, por lo que no constituye un ataque u ofensa personal dirigida al actor”, sumó.
Sobre la publicación aludida, apuntó que la hizo desde su cuenta personal de X (@JMilei) y negó que se trate de “una cuenta oficial o institucional del Poder Ejecutivo Nacional”. Además, sostuvo que en dicho posteo no criticó a Moche sino al periodista que lo entrevistó, Paulino Rodríguez (a quien volvió a referirse como “Pautino”)”.
“El tweet que motiva la demanda no es un acto estatal, es una publicación protegida por el derecho constitucional a la libertad de expresión que me garantizan la Constitución nacional y los tratados internacionales con jerarquía constitucional”, afirmó el presidente.
Ahora, el juez federal de La Plata Alberto Osvaldo Recondo tendrá 48 horas para resolver si le ordena o no al presidente eliminar la publicación.
En su presentación, Milei dijo además que Moche debió haber agotado las vías internas de resolución de estas cuestiones que plantea X, como la denuncia dentro de la red social o un pedido de “Nota de la Comunidad para brindar contexto o desmentir el contenido republicado”. Según el jefe de Estado, al haber recurrido directamente a la Justicia Moche actuó “con la única finalidad de obtener la censura y eliminación de una opinión personal del suscripto sobre un periodista”.
También afirmó que la demanda se inscribe dentro de la “cultura de la cancelación”, y describió: “Se trata de un fenómeno global que atenta contra la libre expresión y la libertad de los individuos sean ciudadanos, funcionarios o como en mi caso particular presidentes. La cultura de la cancelación no es más que una herramienta de ajusticiamiento ante cualquier supuesta ofensa con el fin de silenciar voces u opiniones que no compartimos”.
“El tweet no menciona al actor ni directa ni indirectamente, ni tuvo siquiera el propósito explícito o implícito de referirse al actor, ni nada de ello se deriva de cualquier análisis sintáctico y semántico que se pueda hacer de su lectura. Esto solo genera la sospecha de que el involucramiento por parte de adultos ‒quizá su letrado patrocinante‒ del actor en esta cuestión persigue únicamente finalidades políticas y de rédito personal”, añadió Milei.
La respuesta de Moche
El abogado de Moche, Andrés Gil Domínguez, sostuvo que la presentación del presidente “desconoce que la protección especial otorgada a la libertad de expresión como derecho fundamental y como derecho humano tiene como principal objeto proteger a los particulares frente al poder y no al poder frente a los particulares, especialmente, si se trata de un niño que pertenece al espectro autista”. El abogado afirmó que Milei, en su contestación, “fijó su domicilio en la residencia presidencial de Olivos asumiendo de esta manera su carácter de Presidente, descartando ser un mero particular y entrando en directa contradicción con la postura asumida por la Procuración del Tesoro de la Nación”. Según Gil Domínguez, la presentación del Estado Nacional y la del mandatario “destilan el mismo cinismo”.



