El viejo barco del Saladillo volvió a cubrirse gracias al crecimiento del Paraná, cuya altura llegaba hoy a los 2,45 metros de acuerdo a Prefectura.

La postal que arrojaba la sequía mostraba a los restos herrumbrados de la embarcación volvió a modificarse por la escalada del agua.

Tras una bajante pronunciada en 2020, el río Paraná comenzó a recuperar su caudal de manera progresiva. La subida replica también en el caudal del arroyo Saladillo. Rosario3 mostró una captura desde el puente de Villa Gobernador Gálvez que evidenciaba la potencia de las aguas tras las tormentas de las últimas semanas.

Por el ascenso del nivel del agua, el barco que forma parte de la mirada de vecinos y vecinos de barrio Saladillo volvió a cubrirse de agua. De acuerdo a lo que informa el sitio Con la Gente, se llama la Corina y era utilizada para la extracción de arena. Fue adquirida en Buenos Aires en el año 1886 por el empresario Manuel Arijón y fue clave para la construcción el edificio del Correo Central, ubicado en Córdoba y Buenos Aires. Hoy el emblemático barco descansa frente a la vieja planta del frigorífico Swift. “Era una embarcación que se movía a vapor, pero allá por la década del 70’ una crecida la tiró a pique y para ese momento la empresa arenera estaba fundida”, indicó en diálogo con CLG el historiador barrial Alfredo Monzón.

De acuerdo a sus registros, los últimos dueños de la embarcación fueron empresarios de origen yugoslavo. “Arijón murió el 20 de junio de 1900 y sus hijos vendieron la arenera a un inmigrante llamado Santiago Plencovich”. También existía al lado otra arenera, la de los señores Stanicich y Yocipovich, quienes habrían sido los últimos propietarios de La Corina. “Ellos murieron, sus descendientes no quisieron seguir con el negocio y el barco quedó donde lo vemos hoy. Reflotar una embarcación es bastante costoso. Y más en las condiciones que está, destruida”, profundizó.