La sequía sostenida desde hace varios meses generó complicaciones en muchas provincias del norte, centro, litoral y cuyo con mortandad de animales, pérdidas de cultivos e incluso afectó ocasionalmente el consumo de agua potable para la población.

En la provincia de Buenos Aires, el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, manifestó días atrás su confianza en que la producción de granos no registre pérdidas generalizadas pese a la sequía que afecta a distintos partidos.

Rodríguez dijo a Télam que "las perspectivas económicas para la campaña 20/21 son buenas" y que "en los últimos meses hubo una importante recomposición de los precios especialmente en soja y maíz".

En relación a las condiciones climáticas explicó que "en el último semestre hubo algunos déficits hídricos, especialmente en la zona oeste y norte de la provincia, pero las lluvias de octubre han sido muy favorables, con cual no se esperan pérdidas generalizadas". Aclaró que hay una perspectiva de buenos rendimientos.

En el caso de Santa Fe, una de las principales productoras agrícolas del país, la falta de agua repercutió de manera desfavorable en los distintos sembrados, especialmente de trigo, que con el 68% de los lotes cosechados prevé una merma en la producción del orden del 50% comparada con la campaña pasada. El 30% de los lotes de trigo sembrados en el distrito tuvieron un estado regular "ante la decreciente disponibilidad de agua útil y evidenciaron síntomas de déficit hídrico"; otro 30% de trigales fueron considerados en "estado malo", con "coloración pálida, no uniformes ante la ausencia de precipitaciones".

En Córdoba, las escasas lluvias fueron las de menor magnitud desde que se tiene registro en los últimos 65 años, según la Administración Provincial de Recursos Hídricos. La bajante histórica en diques era otro de los daños que provoca la sequía, además de los incendios que hubo en el invierno y la primavera.

La sequía que afectó al lago San Roque, que baña las orillas de Villa Carlos Paz y es uno de los diques que abastece de agua a la capital provincial, provocó en el último mes ocasionales faltantes del servicio en las viviendas.

En La Pampa, el subsecretario de Asuntos Agrarios, Alexis Benini, informó a Télam que "no hemos tenido que declarar ningún departamento en emergencia por déficit hídrico", aunque en algunos departamentos se hayan registrado menos lluvias y dijo que tenían "buenas expectativas" para la cosecha de trigo.

En Mendoza, el Departamento General de Irrigación advirtió sobre la crisis hídrica en casi todos los ríos del territorio para la temporada 2020/2021 al señalar que será un año hidrológico "pobre" para la mayoría de los ríos, excepto el Malargüe, para el cual la calificación es de "seco".

Ante ello, la oferta de agua para la provincia es del 70% de un año promedio, en base al registro histórico, según el documento. Asimismo, la acumulación de nieve que se produjo en junio no tuvo continuidad en los meses siguientes, por lo que terminó la temporada con el 67% de agua de un año promedio.

"Si bien habrá un 70% de agua, de un año promedio, una parte importante de esa agua se va a ir naturalmente a recargar acuíferos, continuamos con déficit de agua", indicaron las autoridades.

En San Luis, la sequía que azotó a la mayoría de la provincia se interrumpió en la segunda semana de noviembre, con la llegada de abundantes lluvias lo que generó alivio por la recuperación de arroyos, ríos y embalses, donde hace más de 15 días la abundante caída de agua se combina con los niveles de humedad y de temperatura, y provocan lluvias día por medio.

En San Juan no se registraban casos de mortandad de animales por falta de agua, ni corre riesgo la provisión para consumo humano, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Ganadería provincial y la empresa Obras Sanitarias Sociedad del Estado de San Juan (OSSE). Si bien hay registros a la baja de nevadas en la cordillera, San Juan cuenta con una cadena de embalses donde el Departamento de Hidráulica guarda agua y la dosifica para el riego agrícola, la ganadería y la potabilización.

En cuanto al servicio de agua para consumo humano, OSSE mantiene una restricción del uso de agua potable entre las 9 y las 21 para riego de jardines, lavado de autos y todo uso que no sea el consumo personal.

En Entre Ríos, las escasas precipitaciones, el déficit hídrico y la sequía provocaron "un escenario adverso" para la producción forrajera y "un impacto muy negativo" en la ganadería, con el agravante de que esta producción tiene plazos de recuperación mucho mayores a los de la agricultura, advirtió la Bolsa de Cereales local.

El rodeo de cría cuenta con entre 50 y 100 kilos menos de lo normal a esta altura del ciclo, por lo que las vacas no podrán quedar preñadas o bien se atrasará la entrada del celo.

En Santiago del Estero "está todo muy disperso, hay zonas que con las con las últimas lluvias mejoraron un poco pero otras muy difíciles, porque estas lluvias fueron intermitentes e incluso muy localizadas, ya que por ejemplo en un campo llovió 20 milímetros y en el vecino 2", comentó a Télam el prosecretario de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Juan Pablo Karnatz.

El ruralista comentó que "trabajamos en forma conjunta con el Ministerio de la Producción de la provincia para la Emergencia Agropecuaria que ya fue homologada y solo espera el decreto nacional y de esa forma esperamos que lleguen los recursos para apoyar especialmente al pequeño productor, que es el más afectado".

En Jujuy, en tanto, la falta de lluvia afectó seriamente a los productores de la Puna, quebrada, valles y yungas durante todo el invierno hasta mediados de noviembre, cuando comenzó a llover. Algunos productores valletanos denunciaron la mortandad del ganado por la falta de pasturas y agua.

"Este año nos impactó más la sequía, entre octubre y mediados de noviembre yo perdí 14 vacas, algunas preñadas, también terneros y un caballo. Casi la mitad de los animales que tenía", dijo Alfredo Limachi, productor ganadero de La Almona, y reveló: "Algunos de los animales los tuve confinarlos bajo techo y a otros los tuve que malvender para poder alimentar a los otros".

Y, señaló que "en La Toma, otra zona productiva de la región, algunos productores perdieron hasta 20 animales". En la puna, algunos productores denunciaron la muerte de sus corderos, como ocurrió en San Francisco de Santa Catalina, dijo el exfuncionario y referente del pueblo Mario Bautista, según publicó Télam.