Esta semana se hizo efectiva en nuestro país la reducción de la alícuota de impuesto País del 17,5% al 7,5% decidida por la administración Milei, algo que, se espera, provoque una baja del precio de los productos que utilicen componentes importados y tenga un impacto positivo en su competitividad en el exterior.
Entre los diversos sectores alcanzados por la baja de 10 puntos del impuesto al uso de dólares para el pago de importaciones y de fletes desde el exterior se encuentran el agroexportador (al que le bajan los costos de importación de fertilizantes), los fabricantes de maquinarias agrícola, de electrodomésticos y las terminales automotrices, que ya empezaron a retocar los precios de venta al público de sus producciones finales.
Sobre este último, la primera en modificar sus listas fue Toyota y luego se plegaron Ford, Renault y Nissan, que desinflaron sus modelos entre un 2 y un 4 por ciento, según la incidencia de los insumos extranjeros en la composición del vehículo. Del resto de las terminales automotrices se espera los mismo en las próximas semanas.
“Tenés productos que son ciento por ciento importados, en los que esa baja del 10 del impuesto país influirá más. Pero también hay productos nacionales que tienen el 40 o 60% de piezas importadas. Si la unidad completa es importada, es más sencillo el estudio; ahora, si es mixto, es más complejo y va a llevar más tiempo”, dijo sobre el impacto en el precio final el vicepresidente de Acara (Asociación de Concesionarios de la República Argentina), Juan Villar.
“El problema que expresan algunas marcas, las que tienen stock, es que ese stock lo tienen con precio anterior, es decir con el impuesto incluido, pero la realidad es que tendrían que bajar. Por otro lado, la reposición la harán a la baja, así que es cuestión de números: si no quieren perder mercado, van a tener que bajar todas”, razonó el dirigente.
Villar estimó que “con la pandemia y el cepo, el porcentaje de autos que se completan con piezas de afuera creció mucho. Antes la proporción era 70% importado y 30% nacional, pero eso se revirtió y se llegó casi al 65% nacional y el resto importado. Ahora se está volviendo poco a poco a la primera ecuación. El auto nacional siempre tiene componentes importados, como todos los de alta seguridad: airbags, ABS, control de velocidad. Todo lo que sea de alta tecnología es importado”.
La aparición del crédito y un dólar calmo, buenas señales
Consultado sobre el balance que el sector de los concesionarios hace sobre la venta de autos durante 2024, un año muy difícil para la economía de la mayor parte de las familias argentinas, el vicepresidente de Acara admite que son tiempos duros.
“En agosto, la venta de autos mostró una caída del 4% con respecto a julio, un mes que extrañamente había sido muy bueno y nadie se explica por qué. Pero en lo que va del año estamos abajo un 16%. Está difícil: venimos recuperando mercado, pero creemos que acabaremos un 10 o 12% abajo con respecto al año anterior”.
Para Villar, hay dos factores que permiten vislumbrar el futuro con moderado optimismo: “En estos últimos meses apareció el crédito, que antes no existía, y eso es favorable porque sin crédito no podés pensar en un gran volumen de ventas. Y la baja del dólar también puede influir, porque cuando el dólar sube, la gente espera. Esas dos cosas son muy influyentes y pesan mucho en el mercado”.
Finalmente, y consultado sobre algunas herramientas para dinamizar las ventas del sector como un plan canje, Villar admitió que están en contacto con el gobierno pero no lo ven factible: “Nosotros constantemente les estamos presentando a los distintos gobiernos alternativas para poder hacer un plan canje, pero en un país en el que te dicen que no hay plata, es imposible: para hacer un plan canje hay que poner plata y no lo veo posible hasta que la economía se estabilice”.
“Si tuvieras crédito abierto y un plan canje en el que participaran el estado, las fábricas, los concesionarios y los autopartistas, y hubiera financiación para el usuario, seguramente eso sería muy exitoso. Pero el Estado no está en condiciones de ceder recaudación fiscal y las fábricas no tienen el volumen que justifique poner esa plata. Estamos saliendo de una situación muy compleja. Así que por ahora no”, concluyó.