Dady Brieva habló del conflicto entre el gobierno y el campo, el aumento de los alimentos y el rol del Estado en una entrevista con Mauro Viale para Mauro, la pura verdad, por América, el domingo. Una y otra vez, aseguró que no se sentía un referente político: “Yo no hablo con ningún dirigente”, sostuvo.

Según publicó Infobae, después de referirse a su trabajo en Volver Mejores, el ciclo que conduce en El Destape Radio, y El mago del tiempo, el unipersonal que presenta en el Teatro El picadero, el Midachi no dudó en opinar sobre la decisión del Gobierno Nacional de subir las retenciones y establecer cupos a la exportación si el sector agropecuario no frenaba el aumento de precios de los alimentos.

Dady Brieva mano a mano con Mauro Viale

“¡Se animó a tocar a los dioses!”, dijo Dady frente a la advertencia de un paro por parte de los productores. Y luego agregó: “Espero que no sea de esos ladridos que pegamos pero después retrocedemos. Ojalá. Pero no por ir contra el campo. ¡El problema no es el campo! Yo soy más del campo que de la ciudad, no me voy a hacer el urbano. No nací en Nueva York, nací en Santa Fe. El problema es cuando, de alguna manera, el campo o los hacendados manejan los precios. Ahí, ya la propiedad privada se pone entre comillas”.

Y continuó su explicación diciendo: “Si vos me decís que vendés canaletas y tenés el monopolio de las canaletas y la zinguería, no hay problema. Porque la gente no come chapa. Pero cuando se trata de granos y carne, el Estado tiene que estar presente. Tiene que reunirse y dialogar con toda esta gente poderosa del campo, para que por lo menos le aseguren la mesa a los argentinos. Y que después sí, exporten todo lo que quieran”.

Enseguida, Dady sorprendió con una dura advertencia.“En momentos de necesidades fuertes como este, con un aumento alimenticio que va de hora en hora, se pone jodido para todos: para el Presidente, para los del campo y para todos los argentinos. Y tampoco los del campo van a ser muy felices cuando toda la muchachada salga a buscar comida. ¿Me entendés lo que te digo?”, señaló.

Minutos antes, Brieva había hablado de su situación económica personal en tiempos de pandemia. Y después de asegurar que se iba a inmunizar contra el coronavirus con la vacuna que fuera, explicó cómo le estaba yendo en el teatro. “Estoy con las generales de la ley, porque estamos todos más o menos igual. Nadie tira manteca al techo. Nosotros estamos metiendo un promedio de entre cincuenta y ochenta (espectadores ). Son los números que maneja la realidad de hoy. Pero son números que van a mejorar”, dijo.

Y luego explicó: “No me quejo. Yo tuve la entrada a ochenta centavos de dólar en la época de (Juan Vital) Sourrouille y el Plan Primavera y tuve la entrada a cincuenta dólares con (Carlos) Menem. Cuando me viene de menos no la mangueo y cuando me viene de más no la devuelvo. Voy surfeando como todos”.

¿Si puede estar tranquilo, financieramente hablando, en esta etapa de su vida? “No, nadie está tranqui. Te imaginás cómo están zapateando los empresarios que tienen diez veces más que yo. No estamos tranqui. Pero bueno, tenemos ahorros y, cuando hay un problema financiero, la ponemos. Así, sin chistar. Y agradeciendo que tenemos los ahorros”, reconoció Brieva.

En otro tramo de la misma nota, el actor habló de las distintas etapas que pasó a lo largo de su militancia política. “Está claro que sos un peronista nato”, le dijo Mauro. Y le preguntó, específicamente, por el doctor Menem, sindicado como un hombre de “derecha”. “Fue parte de nosotros, fue parte del peronismo. ¡Eran los joyeros de Nueva York!”, respondió irónico.

Y, luego de explicar las distintas extracciones justicialistas que apoyó desde su juventud, Dady señaló: “Estuve en una nebulosa cuando pasó lo de Menem. Ahí me dediqué, solamente, a facturar y a hacer Midachi. A Néstor (Kirchner) me lo perdí porque estaba mirando para otro lado. Me estaba divorciando, en realidad. Y después, cuando ya se estaba yendo Cristina, me enganché y me hice militante de ella. No sé si es de izquierda o de derecha. Porque, cuando hablamos de justicia social y redistribución de la riqueza, hablamos del viejo (Juan Domingo) Perón. No hablamos de la renovación”.