Las "zonas azules" son áreas geográficas donde las personas viven más tiempo y con mejor salud. Los expertos estudiaron a los residentes de estas zonas y descubrieron que siguen ciertos hábitos de vida que les permiten vivir hasta los 100 años o más.

Según el estudio, uno de los factores clave es la dieta. Los residentes de las "zonas azules" tienden a preferir alimentos de origen vegetal, como verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, y solo comen carne cinco veces al mes. La dieta sarda, por ejemplo, consiste en cereales integrales saludables, legumbres, verduras de huerta, frutas y aceite de oliva, y también incluye verduras silvestres como el amaranto, que es rico en calcio, magnesio y potasio, pulicó el medio británico Daily Mail.

Además de la dieta, el ejercicio regular es otro hábito común en las "zonas azules". Sin embargo, no se trata de rutinas de ejercicio estrictas y entrenamientos estructurados en el gimnasio. En su lugar, los residentes se mantienen activos de manera natural, como cuidando su jardín, saliendo a caminar o haciendo tareas domésticas. En Cerdeña, por ejemplo, los pastores de ovejas caminan al menos cinco millas al día, lo que les permite mantener una buena salud cardiovascular.

El ayuno intermitente es otro hábito que se practica en algunas "zonas azules". La regla del 80% es un ejemplo de esto, donde las personas dejan de comer cuando están saciadas al 80%. Esto evita comer en exceso y puede ayudar a prevenir la obesidad y otras enfermedades crónicas. En Okinawa, Japón, los residentes siguen la práctica de "hara hachi bu", que implica comer hasta que se sienten cómodamente llenos, en lugar de completamente llenos.

La vida familiar y las relaciones sociales también juegan un papel importante en la longevidad de los residentes de las "zonas azules". Los fuertes vínculos familiares y los círculos sociales sólidos son comunes en estas zonas, y se demostró que pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud mental. En Italia y Grecia, por ejemplo, los hogares multigeneracionales son comunes, y los abuelos a menudo cuidan a sus nietos.

Finalmente, tener un propósito en la vida es otro factor que se asoció con la longevidad. En Okinawa, esto se conoce como "ikigai", o encontrar un sentido de alegría en las propias actividades. En Nicoya, Costa Rica, los residentes lo llaman "plan de vida". Tener un propósito en la vida puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud mental, y se ha demostrado que puede representar hasta siete años más de expectativa de vida.

Entonces según el estudio las "zonas azules" ofrece un modelo de vida saludable y longeva que puede ser adoptado por personas de todo el mundo. Al seguir hábitos como una dieta saludable, ejercicio regular, ayuno intermitente, vida familiar y relaciones sociales sólidas, y tener un propósito en la vida, las personas pueden mejorar su salud y aumentar su expectativa de vida.

En ese sentido y como recomendación, una docuserie en Netflix titulada Live to 100: Secrets of the Blue Zones, se adentra en cinco lugares con estatus de "zona azul": Okinawa, Japón; Cerdeña, Italia; Nicoya, Costa Rica; Icaria, Grecia; y Loma Linda, California.