Una obra que cruza caminos, tiempos y disciplinas para rendir homenaje a una figura inmortal del tango: Osvaldo Pugliese. Pianista, compositor y director de orquesta, su vida y legado inspiran esta propuesta artística autogestiva que recorre, con mirada contemporánea, la historia del género que sigue latiendo en cada compás.

“Osvaldo” es mucho más que un homenaje: es una experiencia colectiva donde danza, música, teatro y cine se entrelazan en una narrativa poética. Los artistas que la integran, provenientes de distintas disciplinas, trabajan de manera cooperativa y horizontal, preservando la esencia solidaria que caracterizó al propio Pugliese.

La obra propone un juego de tiempos: un antes y un ahora que dialogan y se funden, mostrando cómo el tango sigue escribiéndose desde nuevas miradas y territorios. En ese tránsito, se conjugan la potencia del movimiento, la profundidad musical y la emoción del paisaje argentino.

Filmada durante un viaje de más de 35.000 kilómetros a bordo de un motorhome, la propuesta recorre diversos rincones del país, recogiendo testimonios, registros y materiales de archivo que dialogan con lo contemporáneo. El resultado es una pieza única, sensible y diversa: una mirada actual sobre el tango argentino, viva, en movimiento, tan humana como universal.

¿Cómo nace la idea de “Osvaldo”?

“Este proyecto nace de la mano de un amigo, que es Nicolás Artín. Él me generó la idea junto a otros amigos de Villa Crespo, Buenos Aires, para hacer obras de teatro, que hablaran del tango. Y esa obra se pudo estrenar una única vez en Paraná, y vino la pandemia. Entonces Nico me convocó, sabiendo que yo estaba un poco en el ambiente del cine, con la idea de que esa propuesta pasara del teatro a un formato audiovisual, porque en la pandemia no estaban subiendo en las pantallas, por streaming. Y bueno, a partir de ahí empezamos a trabajar el guión de manera a la distancia, por Zoom. Y ahí yo le propuse que más que filmar la obra o hacer una cosa audiovisual, fuera un documental, una película de largometraje documental. Y ahí de a poquito fuimos craneando este proyecto, que cada vez fue siendo más grande y más maravilloso”.

¿Cómo esta contada la vida de Pugliese? ¿por hechos en forma cronológicos? ¿hay un hilo conductivo?

La vida de Pugliese está hilvanada, digamos, atravesada también por lo que es el tango de la actualidad y por los paisajes legendarios. Hicimos la película en formato de road-movie, con la idea de ir viajando, ir visitando los distintos hacedores y gestores del tango de nuestro país. Y en el mientras, que vamos hablando del tango de hoy, también vamos hablando de lo que fue Pugliese, no solo como músico y compositor, sino también como su persona, sus características de humildad, de generosidad, de grandeza, que estuvo siempre muy destacada dentro del ambiente artístico”.

¿Por qué decidieron contar la vida de Puglisese? ¿Qué es lo que despertó su atención?

“Desde su humildad, de saber que es un artista que se destacó, y que esa grandeza, o eso era... Sí, esa grandeza que él tuvo de llegar a muchísimos escenarios, de llegar a todas las radios, de sonar en todos lados, no le hizo perder la humildad, y que tenía la misma pasión y el mismo amor por tocar tango cuando subía a un escenario, por ejemplo, en Japón o en Holanda, que fueron dos lugares donde él tocó muy bellos, que cuando tocaba en un pueblito aquí de Santa Fe, o cuando tocaba en Rosario, por ejemplo. Acá venía muchas veces porque tuvimos el honor de que cada aniversario de su orquesta lo celebraba todos los agostos acá en la ciudad de Rosario con la producción de Pepe Grimolizzi. Bueno, esa humildad es un poco lo que nos convoca, y también que es un personaje que se ha vuelto místico, ¿no? A partir del rock y de Charly García que lo hizo en “antimufa”, empezó a aparecer un poco por todos lados. Bueno, nos parecía un personaje sobre el que había que hablar y sobre el cual no había mucho dicho, no había películas como si había sobre Gardel o sobre otros artistas del tango”.

¿Qué cantidad de rosarinos participan de esta historia?

“Digamos que los rosarinos somos los que copamos un poco la parada, yo soy adoptada porque yo soy santafesina, muchos del equipo técnico que trabajó la película es de acá de Rosario, nuestro camarógrafo, que es el director de fotografía de la peli, él trabajó durante toda la peli, es rosarino, el conductor de la nave, del motorhome, también es rosarino, las dos personas que hicieron dirección de arte, dos de los sonidistas, dos de las chicas que hicieron comunicación social y redes para la peli, tres fotógrafas de fotografía fija son de acá de Rosario. También convocamos a distintos artistas, a músicos, como por ejemplo Leonel Capitano, Gisela Stival, el Escolazo Trío, una cuerda de tambores que creamos especialmente para la peli, que son también de acá, rosarinos. Bueno, hay mucha participación rosarina y muchos milongueros también que convocamos para extras de aquí, de la película”.

El documental se estrenará este sábado 11 de octubre, a las 20, en Cinépolis de nuestra ciudad y contará con la presencia de sus directores y guionistas Alejandra “Viveka” Cáceres y Nicolás Artín