En medio de la escalada de violencia que vive la ciudad y la situación inflacionaria del país, el Concejo destrabó este jueves un pedido del intendente para avanzar en las urbanizaciones de barrios populares. Se trata de un permiso para que las obras de infraestructura previstas en los sectores más vulnerables de la ciudad, se puedan contratar por concurso de precios y no mediante el sistema de licitación.

Los trabajos en cuestión son los que el Ejecutivo local está realizando junto a la provincia y el gobierno nacional en barrios como Nuevo Alberdi y Banana. Estas obras son financiadas por Nación a través del Fondo de Integración Socio Urbana (Fisu) que ya tiene las partidas destinadas. 

El pedido del municipio es poder agilizar el uso de estos fondos que están a disposición pero que, al tratarse de obras de infraestructura, superan el monto mínimo por el tienen que llamar a licitación para adjudicar estos trabajos.

El planteo del oficialismo se fundamenta en dos aspectos fundamentales, la celeridad de urbanizar sectores donde los niveles de violencia vienen creciendo (un llamado a licitación demora al menos tres meses. y evitar que el dinero que ya está disponible para la realización de obras se desvalorice por la alta inflación.

El proyecto se aprobó por el voto mayoritario de todos casi todos los bloques salvo Juntos por el Cambio que se expresó en contra. “La posibilidad de que los dineros de los impuestos de la gente puedan ser utilizados de manera discrecional nos hace tomar todas las previsiones para que eso no suceda nunca y con esta ordenanza estamos generando un antecedente que hoy puede ser bien utilizado pero no estamos seguros si en otro momento sería así” manifestaron en un comunicado.

En tanto que desde el oficialismo se defendieron al argumentar que son fondos específicos del Fisu que tiene controles propios. “A esos controles se le suman los de la secretaría de Integración Sociourbana y la fiscalización de la Universidad Nacional de Rosario”, detalló a Rosario3 el concejal Fabrizio Fiatti.

“Además tiene un sistema de rendición parcial según avance de obra de forma tal que en la ejecución los fondos están muy auditados y el sentido que tiene todo el mecanismo al trabajar con un fideicomiso es poder tener celeridad en el avance de las obras, con absoluto control, pero con celeridad”, concluyó.