La histórica sequía que padece Europa hace meses impactó de diferentes maneras y dejó múltiples estragos en el ambiente. Olas de calor que batieron récords, incendios forestales, fallecidos y evacuaciones masivas son sólo algunas de las consecuencias de la falta de lluvias. Y ahora, los bajos niveles de agua en el río Danubio en Serbia revelaron restos hundidos de barcos de la Segunda Guerra Mundial. Todavía tienen municiones y explosivos.
Los buques que encontraron —cerca de la ciudad de Prahovo, al este de Serbia— eran parte de una flota nazi que se hundió en el año 1944. Según informaron las autoridades a EFE, son un peligro para el transporte marítimo y para los trabajadores de la industria pesquera local. "Todavía tienen torretas, puentes de mando y mástiles rotos", dijo en una entrevista Velimir Trajilovic habitante de Prahovo y autor de un libro sobre barcos alemanes.
Estos barcos son algunos de los que se hundieron en el río Danubio por la flota nazi del mar Negro en 1944 mientras se retiraban del avance de las fuerzas soviéticas. "La flotilla alemana dejó un gran desastre ecológico que nos amenaza a los habitantes de Prahovo", aseguró Trajilovic.
Salen a la superficie por culpa de la sequía varios barcos de la II Guerra Mundial hundidos en el Danubio pic.twitter.com/c31d22ojnH
— EL MUNDO (@elmundoes) August 21, 2022
Los meses de sequía y las altas temperaturas interrumpieron también el tráfico fluvial de arterias vitales de otras partes de Europa, como Alemania, Italia y Francia. En Serbia, por ejemplo, las autoridades recurrieron al dragado —un proceso que consiste en remover material del lecho marino con el objetivo principal el garantizar tanto la operatividad como la seguridad en la navegación—.
Este no ha sido el único hallazgo que apareció por la bajante de las aguas europeas. Por ejemplo, a principios de agosto, en el río Elba (Alemania) encontraron frases grabadas en piedras. Según cuentan los especialistas, el retroceso de las aguas reveló las advertencias de ancestros que datan del 1616 y se las conoce como "hungersteine" —piedras del hambre—. "Si me ves, llora", advierte una de las rocas. Al respecto, contaron que se grabaron con motivo de alarmar sobre la gravedad de las bajantes.



