En los últimos días, las redes sociales se plagaron de comentarios y anécdotas de personas que recibieron pequeñas descargas de electricidad estática en acciones domésticas y que preguntaban si al resto le estaba pasando lo mismo. Estos episodios tienen una explicación y está vinculada con el clima reinante en toda la región.

Son muchísimas las personas que en el último tiempo experimentaron “pataditas” de electricidad cuando tocaron un picaporte, la puerta del auto, el cabello o la mano de otro en un saludo.

La responsable de que esto ocurra es la electricidad estática, un fenómeno causado por el desequilibrio entre las cargas positivas y negativas que tienen las personas y los objetos.

Normalmente, los objetos tienen una carga neutra, o sea, sus partículas positivas y negativas están en equilibrio. Es cuando se pierde este equilibrio que se se produce la electricidad estática: en estos casos, la carga se acumula hasta que se produzca una descarga que vuelva a restablecer el equilibrio.

Pero, ¿por qué esto está ocurriendo con mucha más frecuencia en las últimas semanas? La respuesta es sencilla: por el tiempo seco, con muy bajo porcentaje de humedad, imperante en toda la región.

Según explican los especialistas, cuando el aire que nos rodea está húmedo, la acumulación de electricidad estática en nuestro cuerpo no es un gran problema porque se va equilibrando permanentemente con las invisibles partículas de agua que nos rodean y que se acumulan en la superficie de los objetos.

Pero cuando el aire está seco, como en los últimos días, vamos acumulando cargas en nuestro cuerpo hasta que encontramos un lugar donde descargar.

Pequeños trucos

Hay algunas tácticas para que eso no ocurra, o al menos para que los "shocks" sean más suaves. Por un lado, no usar calzado de goma, que es aislante y evita que descarguemos en el suelo. Tampoco arrastrar los pies o caminar por una alfombra y tener la precaución de tocar cada cierto tiempo una superficie metálica. O simplemente esperar a que los porcentajes de humedad vuelvan a sus niveles normales en Rosario y toda la región.