Inundaciones, erupciones, huracanes, guerras e invasiones. Pandemias. Los preparacionistas se anticipan a cualquier de estas escenas y se alistan para transitarlas haciéndose de alimentos y todo tipo de elementos de seguridad con el objetivo claro de sobrevivir. En Argentina, hay unos 25 mil y se agrupan en Preppers Argentina, cuyo fundador es Leandro Azzolin.

En diálogo con Cada Día (El Tres), reveló la esencia de los preparacionistas, contó cómo se inició y lo que guarda en su casa para sentirse seguro si sucede alguna catástrofe. “El preparacionista es una persona que se prepara para desastres naturales o humanos, y eso cubre desde inundaciones a conflictos. También la pérdida laboral, cómo estar preparados para sostenerse por un período de tiempo hasta encontrar un nuevo trabajo”, explicó.

Azzolin cuenta en su casa con varias despensas con alimentos conservados. “Empecé en 2006 por una charla de un profesor cuando estudiaba Derecho que habló del calendario maya y eso me quedó en la cabeza. Tengo preparación porque estuve en las Fuerzas Armadas, entonces apenas llegué a casa armé una mochila rápidamente, y empecé a preparar mi casa en caso de que hubiese una circunstancia que lo ameritara, porque no sabía exactamente lo que iba a pasar”, reveló sobre su inicio.

Resevas de Azzolin en su casa (Infoabae)

Ese fue el primer paso. “Llegó 2012 y en agosto, antes del famoso día clave del calendario maya, la National Geographic saca un documental que muestra a los preparacionistas en Estados Unidos. Veo el primer programa y me dije «soy uno de ellos sin saberlo» Nació la necesidad de tener un grupo acá en Argentina para compartir información y aprender cosas nuevas, y me di cuenta que no existía acá ni en los países limítrofes. Me tomé el trabajo de crear un plataforma de Facebook”, compartió sobre cómo la inquietud personal se convirtió en un proyecto nacional. 

La pandemia de coronavirus fue una experiencia fundamental para los preparacionistas. “Me agarró con mi familia con 6 meses de alimentos, teníamos elementos de protección personal, yo había comprado 15 litros de alcohol en gel y mi señora me decía «¿para qué querés tanto alcohol en gel?» Y cuando se dio lo de la pandemia me dijo «menos mal que lo compraste» porque fueron días en los que desapareció todo”, se rió.

“Nosotros veníamos siguiendo a la enfermedad desde septiembre, hay tantos grupos en el mundo que se empiezan a pasar información.  Mucha gente se me reía en la cara y me decía que estaba loco o paranoico hasta que llegó a Argentina”, completó sobre el paso del coronavirus.

Azzolin, como otros preparacionistas, cuenta con una mochila a mano en la que guarda elementos que le ayudarían a sobrevivir. “Tengo un jarro y un plato para comer que son un modelo de la segunda guerra mundial que todavía se siguen fabricando”, reveló y añadió: “Lo viejo funciona y lo nuevo también porque un dron me permite ver el estado de la zona, poder asistir o mandar ayuda”. 

Es que un preparacionista no solo acumula alimentos, bebidas o medicamentos. Un verdadero preparacionista también se capacita en primeros auxilios, supervivencia y manejo de equipos de comunicación para prestar ayuda. “Yo puedo salir de mi propiedad y prestar asistencia médica primaria”, sostuvo y ante la consulta de si compartiría sus provisiones en casa de alguna situación límite, se sinceró: “Es como el cuento de la cigarra y la hormiga. La cigarra está todo el verano panza arriba y tocando su música mientras la hormiga está trabajando. Cuando en el invierno llegan los problemas la hormiga tiene su reserva preparada y ahí queda en criterio de la hormiga si la deja entrar o no a la cigarra, por eso hay tantas versiones del cuento”.

¿Cómo es el día a día de un preparacionista? Para Leandro, es un mito que vivan con miedo o ansiedad. “Para muchos países somos enemigos porque no dependemos del Estado, buscamos la mayor autosuficiencia que se pueda. Entonces cuando pasa el desastre no somos los que buscamos ayuda sino los que la prestamos  tenemos conocimientos, hacemos cursos de supervivencia, de primeros auxilios, hacemos instalaciones de luz y gas, manejamos equipos de comunicaciones. Somos unos boy scouts con anabólicos”, concluyó.