Su rostro maquillado con la bandera estadounidense. Cuernos y pieles como si fuera un guerrero sioux. La imagen del seguidor de Trump que irrumpió en el Capitolio este miércoles se convirtió en la imagen de la toma, pero ¿quién es este llamativo personaje?

De acuerdo a lo que publicó Página 12, se trata de Jake Angeli, más conocido por su apodo autoimpuesto (Q-Shaman), que denota otra de sus principales características: es promotor de la teoria conspiratoria denominada QAnon. El agregado Shaman es, justamente, por sus frecuentes apariciones públicas con pieles, cuernos y plumas que recuerda a los guerreros sioux.

Angeli es un numero fijo en las revueltas impulsadas por Donald Trump. Por caso, en noviembre del año pasado, se hizo presente en un evento organizado por el abogado del presidente y exalcade de Nueva York, Rudy Giulani, quien orquestó una conferencia de prensa para rechazar la victoria de Biden.

Pero también se presentó en las manifestaciones anticuarentena que hubo en el estado de Arizona -donde es oriundo- donde desplegó todas un sinfin de fake news. "Mi objetivo es recuperar nuestra nación de los comunistas y globalistas que han infiltrado nuestro Gobierno desde los niveles más altos para destruirlo desde dentro y crear un nuevo orden mundial", exponía, por aquel entonces, a un periodista de la agencia EFE.

Antes de seguir a sol y sombra al presidente de Estados Unidos, Angeli había intentado triunfar como actor y como locutor, ambos sin éxito.

QAnon

Se trata de una secta virtual que se comunica mediante mensajes encriptados cuyo sentido oculto millones de personas a través del mundo se encargan de descifrar. De amplio alcance en Estados Unidos (con ramificaciones en otras naciones, por ejemplo, en Francia) en esta teoría conspiranoia el presidente Trump ocupa un rol central: según sus seguidores, el magnate libra una guerra secreta para sanear la podredumbre de Hollywood, la pedofilia y la corrupción, y devolverle la grandeza a Estados Unidos.

Angeli se convirtió en un personaje famoso en las redes por promover esas ideas. Este personaje ha dicho que descubrió muchas conspiraciones a través de su propia investigación en internet. Ese estudio de textos incluye vínculos entre el satanismo, la pedofilia, el poder y el “Estado profundo” -los funcionarios estables de áreas sensibles, como seguridad interior e inteligencia-. “En un cierto punto, todo encajaba de alguna manera. Y me dije: Oh, Dios mío. Ahora veo la realidad de lo que está pasando”, señaló al Arizona Republic, uno de los primeros medios en entrevistarlo.