Con una medida de tan solo 40 centímetros de longitud, esta interesante criatura es muy curiosa con los humanos, a diferencia de otros animales como el panda. El quokka se encuentra en el oeste de Australia, adonde muchas personas viajan solo para verlo.

El quokka, o Setonix brachyurus por su nombre científico, ha sido el centro de atención durante los últimos años en las redes sociales. Su característica sonrisa cautivó a muchas personas alrededor del mundo.

Williem De Vlamingh descubrió a la criatura en 1696 durante uno de sus viajes en por aguas de Australia una isla llena de “ratas”, y le dio el nombre de Rottnest -en Holandés, Rotte Nest significa “nido de ratas”-. Al principio consideraba que se trataba de ratas gigantes, pero, después de varias investigaciones, descubrió que se trataba de una especie marsupial de la familia del canguro -con la diferencia de que tan solo mide el tamaño de un gato-. Viven alrededor de 10 años y son herbívoros, principalmente nocturnos.

En el 2013, fue declarado el animal más feliz del mundo por The Huffington Post, pues su gran sonrisa es la protagonista de las fotos de muchos turistas que viajan al lugar especialmente para conocerlo. Sin embargo, su singular sonrisa no es más que un proceso de evolución, puesto que no poseen ninguna implicación emocional.

Pero no todo es sonrisa para estos pequeños animales, pues se encuentran en la lista de animales en peligro de extinción: existen entre 7,500 y 15,000, y siguen decayendo. Esta familia del canguro se encuentra actualmente en la lista de vulnerables por la IUCN Red List Threatened (Lista roja de animales en peligro), principalmente por dos razones: la introducción en su hábitat de especies depredadoras, como el zorro; y la deforestación y preparación de grandes terrenos para construir edificios.

Por eso, existen muchas reglas y condiciones a la hora de tomarse una foto con el peculiar animal. En zonas australianas, se imponen multas entre los 300 y 2.000 dólares australianos por levantar o apresar de alguna manera a esta criatura.

Según publicó Infobae, el aventurero australiano Allan Dixon se autoproclama el “susurrador de animales”, puespublicó muchas fotos en su Instagram en donde aparece posando con distintos animales. El australiano aconseja que para poder lograrlo hay que ser paciente y esperar a que el animal se acerque. En muchas ocasiones ellos tienen miedo a la persona, por eso, como instinto natural, atacan.

En Instagram se creó un hashtag especialmente para los quokkas, #quokkaselfie, y hasta hora existen más de 19.000 publicaciones.

Wooo❣️ I wanna play with Quocca!#quokkaselfies #マルチーズ大好き

Una publicación compartida de Purin (@purinporon2020) el