Este fin de semana algunos salones de eventos comenzaron a funcionar como bares y habilitaron livings a. aire libre, donde podían sentarse hasta 4 personas pero sin la posibilidad de levantarse a interactuar con otras mesas o bailar. Las imágenes de estos eventos generó polémicas en redes sociales.

Desde el municipio explicaron que los salones cumplieron con todas las medidas sanitarias dispuestas y que contaban con la habilitación temporaria para poder funcionar con gastronomía. De hecho, la secretaria de Control y Convivencia reveló que actualmente hay 14 salones de los 200 que existen en la ciudad, que pidieron abrir bajo esta nueva modalidad

El ministro de Trabajo de la provincia de Santa Fe, Roberto Sukerman, indicó en De 12 a 14 (El Tres) que en su momento este tipo de habilitaciones fue una buena idea. “Se pensó para tratar de paliar la situación de los salones de fiestas que ni siquiera tenían una fecha para poder empezar a vender esos espacios, la idea de que puedan funcionar como bares o restaurantes era una forma de equiparar, lo que eso no significa que no tengamos que tener los cuidados y quizás poner limitaciones”, sostuvo.

Según el funcionario, lo que sucedió el fin de semana en Posta 36 contaba con la autorización del municipio, que además gatantizó un punto fijo de fiscalización en el lugar.

“Nosotros no es que vemos con malos ojos eso ni mucho menos, lo que decimos es que quizás hay que revisar la cantidad de personas en lugares abiertos, porque de un día para el otro nos podemos encontrar con grandes espacios abiertos con muchísima gente y hoy eso no es recomendable”, añadió el ex concejal rosarino.

Para Sukerman es necesario revisar este tipo de habilitaciones. “Una cosa fue cuando se autorizó desde los municipios a que los salones funcionen como bares o restaurantes y otra cosa es el momento actual donde estamos en una situación muy complicada”.

“No estamos diciendo que no, estamos diciendo que es importante que el municipio no solo habilite sino que también haga controles como hizo, pero me parece que también deberíamos revisar hasta dónde y hasta cuánto es lo que podemos ocupar, aunque sea en espacios abierto”, concluyó Sukerman.