Un hombre y una mujer fueron detenidos en la ciudad de Santa Fe al intentar vender un chaleco antibalas de uso policial en un espacio de trueque. Ocurrió el viernes pasado en la zona sudoeste de la capital provincial. El elemento no estaba vencido, un dato que indica su pertenencia a un agente de las fuerzas de seguridad.

El procedimiento tuvo lugar en inmediaciones de Urquiza y Azcuénaga, un punto de la ciudad popularmente conocido como “El Trueque”, donde suelen realizarse intercambios informales.

Maximiliano Rivero, jefe del Comando Radioeléctrico de Santa Fe, señaló en diálogo con De 12 a 14 (El Tres) que el chaleco “tenía vigencia”, ya que fue fabricado en 2022 y su vida útil se extiende por cinco años. “Es un chaleco de la Policía, por lo que decía la placa”, dijo.

     

La intervención se originó tras un llamado al 911 que indicaba que un hombre estaba ofreciendo un chaleco balístico en plena calle. Ante esa información, un móvil policial se dirigió rápidamente al sector para constatar lo denunciado.

Una vez en el lugar, los agentes lograron identificar al sospechoso, quien se encontraba junto a una mujer. En el marco de una requisa preventiva, se comprobó que el individuo llevaba consigo un chaleco balístico.

El equipamiento, que resultó ser de uso policial, presentaba el número de serie FM-10001408, un dato que reforzó las sospechas sobre su procedencia y una posible maniobra de comercialización ilegal.

Frente a esta situación, el personal policial procedió a la aprehensión de ambas personas y al secuestro del chaleco, en un operativo que se desarrolló sin inconvenientes. Posteriormente, los involucrados fueron trasladados a la dependencia de Estación Norte, donde se realizaron las actuaciones de rigor.

El fiscal de turno fue notificado de lo sucedido y dispuso que la causa sea encuadrada bajo la figura de “tenencia y comercialización de material balístico”, teniendo en cuenta que se trata de elementos de carácter restringido.

Los aprehendidos fueron identificados como R. S., de 40 años, y F. G., de 36, ambos domiciliados en barrio Coronel Dorrego. Su situación procesal quedó supeditada a lo que determine el representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

En paralelo, se intenta determinar el origen del chaleco antibalas, si pertenece a alguna fuerza de seguridad y de qué manera llegó a manos de los detenidos. No se descarta que la investigación avance con nuevas medidas en las próximas horas.