Un hombre de 57 años que se dedicaba a la compraventa informal de divisas en la peatonal de la ciudad de Santa Fe fue hallado muerto el pasado viernes en el depósito de un comercio que continuó funcionando con total normalidad. Se cree que Carlos Alberto “Pelusa” Farías, el “arbolito”, fue asesinado con un martillo que fue secuestrado por la Policía. Por el caso, el fiscal Esteban Giavedoni llevará a audiencia imputativa este martes a un sospechoso.

Farías estaba desaparecido desde el miércoles pasado, cuando su familia denunció que no había regresado a su domicilio y no respondía su teléfono. Dos días después, su cadáver fue encontrado con golpes en la cabeza y en el rostro que, de acuerdo a investigadores, le causaron el deceso. En el lugar no se localizó el teléfono de la víctima.

“Físicamente, el local tiene un salón de venta, distribuido con mostradores enfrentados. Y tiene una puerta que da a un pasillo y deriva en un depósito, en una habitación. En el interior de ese depósito se encontró (el cuerpo) cubierto con bolsas de ropa”, dijo Giavedoni este lunes en conferencia de prensa al tiempo que añadió: “Fue una muerte violencia, que se produjo por lesiones contusas en la cabeza y en el rostro. El informe de la autopsia se dará en la audiencia”.

Según precisó el fiscal, el cadáver llevaba entre dos y tres días antes del hallazgo en el comercio, fecha que coincidiría con el tiempo que llevaba desaparecido. 

Dos empleados del local, un hombre y una mujer, fueron demorados el pasado fin de semana, recuperaron la libertad, pero siguen vinculados al proceso, de acuerdo a los datos aportados por el funcionario del Ministerio Público de la Acusación. La trabajadora del negocio, según afirmó, guardaría algún tipo de conexión con el único sospechoso detenido por el homicidio.