La senadora rionegrina Silvina García Larraburu del Frente de Todos había votado en contra del proyecto de legalización del aborto en 2018 pero ahora, dos años después, dará el sí. En su exposición vía zoom en el Senado, en el marco de la sesión,  se refirió a la historia de Marina una joven que debió abortar en soledad y admitió su cambio: “Mi voto es un voto deconstruido, es un voto afirmativo”, sostuvo emocionada.

“Estamos atravesando un cambio de paradigma y este cambio lo lideran las luchas feministas. Comprendí que nada puede detener el avance de la historia y la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo es la demanda de las nuevas generaciones”, expresó García Larraburu y agregó: "Quiero agradecerles a todas mis compañeras, a todas quienes me ayudaron a abrir la cabeza".

Al comienzo de su discurso mencionó a Marina una chica que por “imprudencia o ignorancia queda embarazada y en un instante se le derrumba su vida”. “Sus creencias y su profunda fe de chica se enfrenta con el futuro que había previsto para su vida. Nadie la escucha sin juzgarla”, continuó. “El Estado está ahí para condenar la decisión que no sea la esperada”, completó para poner en clima su postura.

“Siempre se nos ha exigido un sacrificio personal a las mujeres, a todas nos han juzgado, somos víctimas de un sistema creado para hombres, sus normativas son el patriarcado”, indicó.

Luego, se refirió a su propio cambio de mirada: “No es fácil deconstruirse, tambalean las estructuras ante el abismo de lo nuevo por crear”. Y agregó: “Estamos atravesando un cambio de paradigma que lo lideran las luchas feministas y ambientales, nada puede detener la historia”.

A continuación, defendió el proyecto oficialista: “Nuestro gobierno tiene una propuesta integral y superadora con el Plan de los 1000 días. Que ninguna mujer tenga que interrumpir su embarazo por una cuestión económica”, dijo.

“El final de la historia de Marina es distinto al imaginado, se sometió a una operación clandestina, lloró y se deprimió, siguió adelante y formó una familia. No olvidó porque toda decisión tiene su costo, conocemos miles de casos de mujeres que han muerto o han perdido su capacidad de procrear. Marina sigue con su fe intacta y no se atreve a juzgar a nadie, sabe que solo puede quien estuvo en esos zapatos”, manifestó.

“Solo las mujeres podemos decidir, que pensar distinto no sea una amenaza y si es una mujer un delito. Entiendo que con una base peronista acompaño la ampliación de derechos, hoy la mujer en Argentina es política de Estado. Que la mujer pueda actuar sin que nadie le diga qué tenga que hacer”, remarcó visiblemente conmovida.