La sesión de clausura de la Sexta Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos (CONFINTEA VI) que reunió a más de 1500 participantes de 156 Estados Miembros de la UNESCO en Belem, Brasil, realizó un llamamiento a los gobiernos para que redoblen sus esfuerzos con vistas a alcanzar el objetivo de la alfabetización de los adultos. Estas peticiones se consignaron en el Marco de Acción de Belem, aprobado por los participantes en la conferencia al cabo de negociaciones exhaustivas.

“Ha llegado la hora de la acción, porque el costo de la inacción es demasiado elevado”: esta fue la principal declaración del documento final.

Ministros, rectores de universidades y representantes eminentes de organizaciones regionales, organismos multilaterales, entidades de la sociedad civil y el sector privado, así como educandos adultos del mundo entero, debatieron una amplia serie de temas entre los que figuraron las políticas de educación de adultos y su gestión adecuada, la alfabetización como competencia clave para el aprendizaje a lo largo de toda la vida, la garantía de la calidad de la educación y la evaluación de los resultados del aprendizaje, la participación y la integración, y los dispositivos de financiación.

“Hacemos un llamamiento a los gobiernos y la comunidad internacional para que cobren conciencia de que los objetivos de la Educación para Todos no se podrán alcanzar sin redoblar los esfuerzos al máximo. […] El desafío que se nos plantea es garantizar la colaboración estratégica, la innovación y las reformas en las políticas que permitan la utilización eficaz de los conocimientos y la experiencia acumulados, allí donde sea necesario”, dijo Davidson Hepburn, Presidente de la Conferencia General de la UNESCO.

En el Marco de Acción de Belem se subraya que “el aprendizaje y la educación de adultos desempeñan un papel fundamental en la respuesta a los problemas culturales, económicos, políticos y sociales del mundo contemporáneo” y deben situarse en el contexto más general del desarrollo sostenible. También se declara que una política eficaz, una buena administración y una financiación suficiente, junto con la participación, la integración, la equidad y la calidad de la enseñanza impartida, son las condiciones necesarias para que los adultos y los jóvenes puedan ejercer su derecho a la educación.

Haciéndose eco de la especial atención que se prestó en la conferencia a la alfabetización como llave de acceso al aprendizaje a lo largo de toda la vida y “parte integrante del derecho a la educación”, el Marco de Acción de Belem pide que “se redoblen los esfuerzos para que, de aquí a 2015, se reduzca a la mitad el nivel de analfabetismo con respecto al existente en el año 2000” y reclama la intensificación de las inversiones, el incremento de los conocimientos especializados, la oferta de currículos pertinentes, la creación de mecanismos de garantía de la calidad y la reducción de la disparidad existente entre el grado de alfabetización de los hombres y el de las mujeres.

El Marco de Acción señala que el aprendizaje y la educación de adultos son sistemáticamente víctimas de una financiación insuficiente y una falta de valoración, y añade que el mayor reconocimiento obtenido en el plano político después de la Quinta Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos (CONFINTEA V) no abrió paso a una acción política para darles más prioridad en el plano de las políticas, asignarles los recursos adecuados y llevar a cabo su integración, tanto a nivel nacional como internacional.

Este documento también atrae la atención sobre la falta de oportunidades ofrecidas a los educadores de adultos y la insuficiencia de los dispositivos en materia de supervisión, evaluación e información de retorno.

El Marco de Acción Belem hace hincapié en la necesidad de reforzar la cooperación internacional en los siguientes ámbitos: reconocimiento de las calificaciones, aprovechamiento compartido de conocimientos teóricos y prácticos y métodos innovadores, garantía de calidad de la enseñanza impartida, buena administración de los programas, acceso equitativo a los mismos, apoyo a las lenguas vernáculas y educación de los emigrantes.

También insta a los países a que aumenten el gasto destinado a la educación de los jóvenes y adultos hasta que alcance, como mínimo, el 6% del Producto Nacional Bruto, y a que promuevan la creación de dispositivos de financiación nuevos y alternativos.

En su alocución de clausura, el Ministro de Educación de Brasil, Fernando Haddad, dijo que después de CONFINTEA VI el objetivo que se debía perseguir era ir más allá de la meta fijada para 2015 y crear fondos multilaterales e internacionales destinados a la lucha contra el analfabetismo, “de manera que el año 2015 pueda ser un año fasto para el conjunto de la comunidad internacional”. También dijo: “Albergamos la gran esperanza de que esta conferencia de Belem haya servido para que estemos dispuestos a unir nuestros esfuerzos, a fin de lograr que todos los ciudadanos del mundo sepan leer y escribir”.

Recapitulado los trabajos de la Sexta International sobre Educación de Adultos, Davidson Hepburn dijo: “Esperamos que esta dinámica [creada en CONFINTEA VI] nos impulsará a todos para conseguir que la educación de adultos, y sobre todo la alfabetización, ocupe una posición central en el quehacer de la comunidad internacional”. Agregó que “el [Marco de Acción de Belem] lleva la impronta de la solidaridad porque, a pesar de nuestras diferencias y la diversidad de nuestras prioridades, compartimos la convicción de que en el siglo XXI ningún adulto deberá quedar al margen de la educación”.

Fuente: UNESCO Press