Cambia la quincena y comienza un nuevo mes; febrero es el elegido para muchos que salen a vacacionar. Antes de emprender un viaje, sea cual fuere el destino, siempre es necesario llevar un pequeño maletín con medicinas y artículos básicos para enfrentar cualquier situación de malestar que pueda surgir.

Un botiquín completo tendría que incluir:

Repelente de insectos. Al llevar ropa más ligera, en verano se está más expuesto a posibles picaduras. Por eso es recomendable tener a mano un repelente de insectos.

Medicamentos para las picaduras. Existen muchos tipos: antihistamínicos tópicos, corticoides, analgésicos locales, pomadas suavizantes, etc. Los corticoides son una buena solución para la mayoría de las picaduras, ya que reducen con rapidez el picor y la inflamación. Además, sirven para calmar el dolor de las quemaduras. Los antihistamínicos tópicos no deben utilizarse ya que pueden provocar sensibilización.

Remedios para la acidez. No están de más en estos días en los que solemos alterar nuestra alimentación habitual y, en ocasiones, comer más de lo que deberíamos.

Vendas elásticas. Al caminar por la montaña o entre las rocas de la playa, se pueden producir caídas o torceduras, que serán bien controladas con vendas hasta poder hacer la visita al médico.

Protector solar. El sol es un gran aliado para disfrutar del verano, pero también puede ser el mayor enemigo si no nos protegemos adecuadamente contra las quemaduras. En caso de que se produzcan, será bueno contar con cremas a base de aloe vera para desinflamar.

Medicamentos contra el mareo. Si se viaja en auto y/o con niños, es bastante probable que los necesites. Es importante consultar con el médico para decidir qué producto es más conveniente en cada situación.

Para completar el botiquín, será conveniente contar con los elementos básicos como: termómetro, tijeras, desinfectante yodado, agua oxigenada y gasas estériles.