Este miércoles se cumplen dos años desde que encontraron al fiscal Alberto Nisman muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero. Desde entonces, el caso pasó del fuero ordinario al federal por orden de la Corte Suprema de Justicia –tras la cuestionada labor de la fiscal Viviana Fein– y actualmente está en manos del juez Julián Ercolini y del fiscal Eduardo Taiano que abonan a la hipótesis del homicidio. Para su ex esposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, no hay dudas, lo mataron por su trabajo y apuntó directamente contra el kirchnerismo a quien acusó de haber armado “un grupo de tareas” para desprestigiar al padre de sus hijas. El lunes 19 Nisman debía presentar los avances de su investigación sobre el atentado a la Amia que involucraban a la entonces presidenta Cristina Fernández.

“Arroyo Salgado se quedó corta”, opinó el abogado de Iara y Kara Nisman, Federico Casal. En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), el letrado se refirió a la última acusación de Arroyo Salgado que este martes por la noche, durante una entrevista para el canal TN dijo que “la administración de la ex presidenta actuó como una dictadura ante este crimen y formó un grupo de tareas para desprestigiar el trabajo de un funcionario judicial”.

“El caso Nisman es un infame catálogo de ataque serial a las garantías de la república”, disparó Casal que señaló que “estos dos años no fueron dos años de investigación” sino un intento tras otro de encubrir “con papelitos” un asesinato.

Las pistas

Para Casal, hay dos puntos que dan por tierra, o al menos hacen sospechar de la hipótesis de suicidio. Por empezar, que se movieron las manos de Nisman; y por otro, la versión de Diego Lagomarsino, el hombre que le prestó el arma que mató al fiscal.

“La posición de los brazos del cadáver fueron cambiados de lugar de forma tal de llevar la mano del brazo derecho cercana a la sien de Nisman que es donde teoricamente se habría pegado el tiro y para sostener esa hipótesis se cambió la posición de la mano”, señaló y abundó: “Ae la cambió porque el medico de Swiss Medical que fue el domingo a las 22, 23 vio el cadaver con las manos al revés, la derecha extendida y la izquierda a la sien”.

Además, arremetió duro contra Lagomarsino, cuya declaración, opinó “presenta muchas grietas”.

“(Lagormasino) dice que Nisman le pidió con carácter de urgente un arma para defender a las hijas que estaban en Europa. Eso no tiene sentido”, sostuvo y agregó: “Nisman tenia en la casa de la madre un arma similar que era propia y no tenía que comprometer a ningún tercero con un arma”.