El ex ministro de Planificación Federal del kirchnerismo y diputado nacional, Julio De Vido, sostuvo este sábado que su caso "es el mejor ejemplo" de que "jamás" se protegió en sus fueros. Lo dijo al recordar que se presentó a "todas las indagatorias" judiciales, que fue objeto de "dos allanamientos de siete horas", y planteó que muchos de los que piden su desafuero "no resistirían 15 minutos un allanamiento". Agregó que "para hablar de corrupción hay que estar limpio y muy pocos de los que hablan lo están", a la vez que denunció una "persecución política y personal" sobre él.

"Tuve seis o siete declaraciones indagatorias, dos allanamientos que me gustaría que muchos de los que cacarean honestidad en la Cámara de Diputados tuvieran que pasar por un allanamiento de siete horas en mis domicilios de Zárate y de Buenos Aires con periscopios, revisando cajones de ropa interior de la familia, mandando una cámara del Ministerio de Seguridad para encontrar los «tesoros de De Vido» que no existen", repasó el ex funcionario. 

Tras el fallo judicial que rechazó su desafuero y detención, pedido por el fiscal Carlos Stornelli, De Vido aseguró haber estado "siempre a derecho", y dijo no necesitar "ningún salvavidas de ningún juez porque tengo atrás una gestión de 22 años, con obras en beneficio y bienestar de la gente", en referencia a la tapa de un matutino.

En ese sentido, lamentó haber sido objeto durante la semana de "la confabulación de la sociedad mediática-política impulsada por el presidente Mauricio Macri con sus adláteres como (Elisa) Carrió y (el ministro de Justicia, Germán) Garavano", y remarcó que los fueros "se usan para que el diputado no fuera molestado en el ejercicio de su función".

"Jamás me amparé en mis fueros y en un año y medio hice una cuestión de privilegio. Si yo me fuera a acoger a ellos tendría que hacer una cuestión de privilegio en la Cámara de Diputados cada cinco minutos por la presión que hacen Macri y Carrió constantemente", y pidió a los diputados "que presenten un proyecto para eliminar los fueros a todos".

Sobre la causa judicial que investiga la firma de convenios con la Universidad Tecnológica de Río Gallegos (UTN), el ex funcionario consideró que es "falso que se hable de desvío de fondos de 26 mil millones de pesos" y dijo que "lo que se pagó fueron 225 millones en concepto de honorarios y asesoramiento para mejorar las instalaciones fijas".

"El estancamiento con que habíamos recibido en 2001 el yacimiento de Río Turbio era terrible y contratamos a la universidad para generar un «apalancamiento» para administrar y desarrollar tecnológica y científicamente la empresa, en este caso con la UTN de Río Gallegos. Pero esa era una decisión política de gobierno ante el estado de postración que recibimos el yacimiento, como Cristina Fernández de Kirchner hizo con Arsat, TVA, el plan nuclear", explicó.

Y remarcó: "Cuando nos fuimos en 2002 de Río Gallegos, la UTN funcionaba en una caja alquilada. Hoy tiene un edificio hermoso de más de 2 mil metros cuadrados que es un orgullo para todos los santacruceños, con un rector de lujo que hizo un aporte absoluto al desarrollo tecnológico de Santa Cruz", señaló.