Una mujer busca desesperadamente a su perra luego de haberla llevado a esterilizar a un puesto móvil del Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), donde, asegura, le devolvieron otro animal sin que ella se percatara.

En contacto con el móvil de Gustavo Poles en Radio 2, Romina contó lo que pasó el 8 de mayo. "Fui al puesto del Imusa de barrio Las Flores (Previsión y Hogar y Pasaje 521) para castrar a mi perra Cata, una caniche de siete años, y me devolvieron otra, envuelta en una manta".

La mujer recordó que ese día "había seis caniches más" y que recién se dio cuenta cuando llegó a su casa y desenvolvió a la mascota de la manta. Allí, al querer acariciarla recibió una mordida de la perra, quien también notó que esa persona no era su dueña.

Al consultar al personal del Imusa, la joven reprodujo en su perfil de Facebook lo que supuestamente recibió como respuesta, textual, a través de esta red social: "Se buscaron nuevamente los registros del dia que sucedió el hecho, y no hay mas personas que hayan ido con caniches como vos o perros parecidos llegado al caso. Es la primera vez que tenemos una situación de «confusión» de mascota".

Romina indició que pidió, sin éxito, los datos de la mujer que aquel 8 de mayo se encontraba detrás suyo en la fila para esterilizar mascotas, porque entiende que le modificaron el lugar y allí se produjo el inesperado intercambio de perros.

La respuesta del Imusa

El director del Imusa dio su versión de los hechos. Daniel Ruinaldi le explicó al programa Pegando la vuelta que en "ningún momento se le negó a la mujer darle los datos de los 13 dueños de animales que ese día fueron atendidos", mas allá de que "por respeto a la privacidad de los otros usuarios no deberíamos haberlo hecho".

"Acá no hay nada oculto", dijo Rinaldi, quien recordó a través de los registros del Instituto que "ese día fueron cuatro caniches para ser castrados".

En un tramo de la nota, el director del Imusa hizo hincapié en que "llama la atención que no haya otro reclamo por la perra que tiene Romina".