Científicos polacos han conseguido ahora localizar las células del cerebro implicadas específicamente en este sentimiento de terror, lo que abre una vía para el desarrollo de fármacos capaces de actuar de forma precisa sobre las redes neuronales responsables del miedo y de la inhibición del mismo

Las fobias más comunes son el miedo a las arañas, las serpientes, las alturas, la oscuridad, a encontrarse entre una multitud o en espacios cerrados, a animales y a personas.

Luego están otros miedos más inusuales: nomofobia (miedo a no disponer del teléfono móvil), socerofobia (miedo a los suegros) y, probablemente, el más irónico de todos, la hipopotomonstrosesquipedaliofobia, el miedo a las palabras largas. Pero ¿cómo se origina una fobia? ¿Se puede curar?

Para obtener respuestas, científicos del Instituto Nencki de Biología Experimental de la Academia de Ciencias polaca y el Instituto Internacional de Biología Molecular y Celularde Varsovia han realizado una serie de experimentos financiados en parte por la Comisión Europea.

El miedo es una reacción intensa y espontánea del organismo ante un determinado estímulo que tiene importancia en términos evolutivos. Un animal que siente miedo tiene más probabilidades de sobrevivir en un entorno hostil.

Sin embargo, el miedo excesivo provoca trastornos de ansiedad, lo que puede perjudicar de manera considerable el funcionamiento del organismo y dar lugar a la aparición de fobias.

Las fobias pueden tener su origen en aspectos muy diversos; por ejemplo, los genes. Algunas personas están más predispuestas a sentir ansiedad que otras. Estos problemas pueden heredarse a través de los genes.

Otras razones pueden ser una experiencia traumática que puede hacer que una persona siga sintiéndose nerviosa o ansiosa durante varios meses o años después del incidente. Este tipo de miedo recibe el nombre de trastorno de estrés postraumático.

También está la experiencia vital, como malas experiencias del pasado, cambios importantes ocurridos en la vida y en el presente. Muchas fobias suelen desarrollarse en la infancia o la adolescencia y diluirse con el paso del tiempo.

Una fobia auténtica se describe como un miedo intenso y persistente que se percibe como irracional pero que el individuo no es capaz de ignorar. Un miedo se convierte en fobia cuando hace que la persona que lo padece evite el objeto temido y se sobrecoja de horror cuando no puede evitarlo. Para que una fobia se considere como tal, tiene que interferir de alguna forma en la vida cotidiana.

Fuente: Tendencias 21