Pablo Cococcioni, secretario de Asuntos Penitenciarios, explicó a Rosario3.com que las piletas que se arman en la càrcel de Coronda –que según denunció un medio santafesino son para presos vip– fueron autorizadas por el director del penal y que eso "no está prohibido" por ley. "Fue considerada como una opción para mitigar un poco el calor que hace en el pabellón, donde llega a haber una sensación térmica de hasta 60 grados. Pero fue dedicada a las visitas, sobre todo a los niños de los internos", agregó.

El funcionario provincial precisó que quien evalúa o realiza observaciones ante el pedido de la instalación de una pileta de lona es "el director de la unidad penitenciaria". "Nuestra línea es autorizarlas. Los internos ya están privados de la libertad. Entiendo que haya una postura de la sociedad de que tengan que sufrir, pero tenemos que considerar a los nenes, no tenemos por qué castigarlos", comentó.

Por otra parte, Cococcioni descartó que en el pabellón 7 de la cárcel de Coronda haya "presos VIP" o que el ingreso y egreso de la pileta sean controlados por algunos internos. "No organizamos un sistema para ver quién entra y quién no. La convivencia de de los presos se logra, por un lado con parámetros de la autoridad penitenciaria, y por el otro con diálogo entre ellos mismos", añadió.

La explicación surgió luego de que un medio santafesino publicara la foto de una pileta que, supuestamente, fue armada en el penal, pero no para los fines que expresó la cartera que conduce Maximiliano Pullaro sino para que la usen "presos Vip".

Luego un periodista de Lt9 de Santa Fe publicó en Twitter otra foto en la que se ve a dos presos al lado de la pileta sin chicos a la vista.

Un informe del portal web Sin Mordaza indica que en el pabellón 7 de la cárcel de Coronda "presos vips" armaron una pileta de lona luego de “acordar” con la autoridades. De acuerdo a la publicación, un ex barra brava de Cólon de Santa Fe sería el que decide quién se puede refrescar allì. 

Es a uno de los que se ve en la foto que difundió el periodista Gustavo Alfaro. Se trata de Juan Quique Leiva, que aseguró en septiembre del año pasado a una radio santafesina que seguía manejando la barra sabalera. Habló desde su celular, lo que ya constituía en sí mismo todo un privilegio.