“Me mata, me mata, me mata”. El grito de la mujer es desesperado. La operadora del 911 intenta obtener un dato básico: “Me quiere matar, me mata, me va a matar”, sigue del otro lado la mujer. Y se corta la comunicación.

El llamado se cree que lo hizo Alejandra Marcela Polizzi poco antes de ser asesinada por su esposo, Gustavo Javier Flores, delante de su hijo de 8 años en su vivienda de la localidad bonaerense de Castelar.

Minutos después, el mismo Flores confesó el crimen, también por un llamado al 911. “Mi mujer fue asesinada”, dijo. Cuando el operador policial le pregunta por el autor, respondió: “Yo”.

De acuerdo a lo que reconstruyeron los investigadores, la pareja tuvo una discusión y el hombre extrajo una cuchilla con la cual le aplicó tres puñaladas en el cuerpo a su mujer. A las 22, Flores llamó a los familiares de Polizzi y luego alertó a la policía de lo que había pasado.