El papa Francisco dio una entrevista al diario La Voz del Pueblo de Tres Arroyos y, entre otros temas, se refirió a los incidentes que obligaron a suspender el último Superclásico entre Boca y River. "Fue una pena. Son esas salvajadas propias de la persona que la pasión lo desborda, y también la prepotencia y la no sociabilidad, la incapacidad de vivir en sociedad", manifestó el Pontífice.

Consideró además que es "lamentable que en nuestro pueblo existan cosas como las barrabravas", aunque aclaró que "en otros países también existen".

"Acá en Italia también hubo problemas entre barrabravas, que no necesariamente luchan por el club, la mayoría son mercenarios. Es lamentable. Yo viví el tiempo del fútbol amateur, en la campaña del 46 yo tenía 9 años y siempre iba a la tribuna, nunca a la platea. Lo peor que se le decía al árbitro era vendido, infeliz, idiota, y de ahí no subía. O patadura a alguno que no había agarrado bien la pelota, o dormido... No es esa catarata tan colorida de insultos de ahora. Ha cambiado el ambiente y es lamentable", expresó el Papa.

"Me acuerdo como si fuera hoy la campaña del 46, nosotros íbamos al Gasómetro todos los domingos. Íbamos en familia, hasta ese momento iba mi mamá también. Después del partido salíamos y comprábamos caracoles en salsa, unas cuantas pizzas y volvíamos a casa. Era todo una fiesta familiar. Lo seguíamos de local nada más, y algunas veces cuando jugaba en Ferro, pero si no, a otras canchas no íbamos", recordó Jorge Bergoglio.

En la misma entrevista, como ya hizo en otras ocasiones, reiteró que se sintió "usado" por los políticos argentinos y aseguró que pobreza, corrupción y trata de personas son los "peores males" del mundo.