Virginia Giacosa

Un proyecto de la legisladora socialista Alicia Ciciliani pretende garantizar la venta libre en farmacias de los anticonceptivos hormonales de emergencia, conocidos popularmente bajo el nombre de “pastilla del día después”. Más allá de esa iniciativa, en su trabajo cotidiano los farmaceúticos locales sostienen que la píldora ya se vende sin prescripción médica. Advierten, además, que algunas jóvenes la utilizan incorrectamente, para reemplazar los métodos habituales.

En contacto con Rosario3.com, Jorgelina Omegna –asesora en cuestiones regionales del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos de Argentina– sostuvo que en la actualidad la medicación se consigue sin inconvenientes y ya es de venta libre porque la receta "no es de archivo". En tanto, razonó: "Seamos realistas. Este anticonceptivo de emergencia cumple su efecto en cuestión de horas, si hay que esperar que el paciente vaya al médico y venga con una receta pierde efectividad". Sin embargo, la profesional pidió que haya más información para que las mujeres no hagan un mal uso del medicamento, ya que en muchos casos se toma como método anticonceptivo de uso frecuente, algo que no es.

Las pastillas de emergencia (cuya droga de base es Levornogestrel) tienen la misma hormona que los anticonceptivos comunes. La diferencia es que la píldora del día despues contiene una alta dosis que evita o demora la ovulación para que no migren los espermatozoides ni aniden. Es decir, se evita la fecundación. El método es una última alternativa para evitar un embarazo no deseado pero no es abortivo. Según los especialistas debe utilizarse "de forma eventual, cuando falló otro método anticonceptivo anterior o frente a una relación sin protección".

"Hay chicas que, por desconocimiento o por no querer iniciar un tratamiento anticonceptivo mensual, toman la píldora como anticonceptivo, entre dos y tres veces al mes. Pero como son muy altas en hormonas, deben usarse excepcionalmente y sólo en una situación de emergencia en una relación puntual. Es un disparate abusar de ellas", advirtió Omegna.

En el mercado actual hay cinco o seis marcas de pastillas del día después. El costo de la caja es más que accesible: los precios van desde los 24 a los 35 pesos. Vienen en dos presentaciones: una toma (dosis de 1,5 mg) o dos tomas (la misma dosis divida en dos tomas de 0,75 mg, en dos días). Las pastillas que son un poco más caras (de 30 y 35 pesos) producen menos efectos colaterales: no suben la presión arterial, ni aumento de peso, ni retención de líquido, entre otras cosas.

Se estima que la efectividad de la pastilla de emergencia es del 80 por ciento, pero el resultado varía según cuándo se tome. Si no se ingiere a las pocas horas de la relación sexual insegura la efectividad baja. Aunque las contraindicaciones no son graves, la farmacéutica asegura que el shock hormonal puede producir "importantes alteraciones del ciclo mentrual, hemorragias y por eso la ingesta debe de la píldora estar controlada".

Quienes usan la píldora de emergencia son en su mayoría mujeres solteras y jóvenes que no superan los 20 años. Incluso, desde el Sindicato de Farmacéuticos aseguran que el mapa del consumo se reparte según se trate del centro o la periferia de la ciudad.

"En los barrios, se suele vender sin receta y la venta suele hacerse por indicación de una amiga y no de un médico. En cambio, más cerca del centro suele aparecer con más frecuencia la visita previa al ginecólogo y la receta médica", explicó.

Y abundó: "La diferencia a favor de la farmacia de barrio es que las jóvenes tienen más posibilidad de consultar con el profesional que está al frente del local porque la atención es más personalizada y se animan a preguntar. La cosa cambia en las cadenas del centro donde hay un montón de vendedores y mucha gente que atender".

La entrega en forma gratuita

En la ciudad de Rosario la píldora del día después se distribuye de forma gratuita en los centros de salud y en los hospitales. La experiencia arrancó en 2002 y uno de los efectores donde más se solicita es el hospital Roque Sáenz Peña.

Susana Arminchiardi, jefa del servicio de Trabajo Social del Sáenz Peña, reconoció a Rosario3.com que hace un tiempo los empleados de la farmacia del centro de salud alertaron acerca del aumento de la demanda de la pastilla por parte de las adolescentes. "Esta observación los preocupó porque se pensó que podrían usarla como método anticonceptivo habitual y no de emergencia", dijo Arminchiradi.

La píldora no sólo se entrega en la farmacia del efector. La población del hospital puede acceder desde distintos lugares: la guardia de adultos, la de tocoginecologia, el ingreso de la maternidad. "Lo que hacemos en cada uno de esos lugares es tratar de suministrar la información necesaria, los cuidados, escuchar las inquietudes y sobre todo, aconsejar métodos de anticoncepción", precisó.

Es así que los profesionales explican que la pastilla no se puede utilizar en cualquier momento sino en casos de emergencia, cuando se mantuvieron relaciones sin protección o fallaron otros métodos. Las mujeres las pueden retirar sin receta de la farmacia y en forma gratuita. “Los farmacéuticos entregan folletería sobre métodos anticonceptivos junto con la medicación y recomiendan consultar con un médico", concluyó.