El coordinador del Programa Nacional de Control de Tabaco del Ministerio de Salud de la Nación, Mario Virgolini, advirtió que “el tabaquismo produce la mayor cantidad de muertes evitables en nuestro país, ocho millones de personas son fumadoras”.

“El humo tiene un impacto sanitario muy fuerte: se estima que entre un 10 y un 15 % de las muertes que se producen en el mundo a causa del tabaco son de personas que están expuestas al humo involuntariamente”, explicó el funcionario.

Una vez que el cigarrillo se apaga, el humo continúa propagándose y permanece en el ambiente por largo rato. Y está demostrado que los sistemas de ventilación no son eficaces para eliminar las más de cuatro mil sustancias tóxicas que se liberan en el acto de fumar. “Los ambientes libre de humo son la estrategia de menor costo y mayor efectividad para ayudar a los fumadores a dejar de fumar, y para proteger a los no fumadores”, explicó Virgolini.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), numerosas sociedades médicas e instituciones gubernamentales de todo el mundo coinciden en que sólo los ambientes cerrados, 100% libres de humo de tabaco, es decir, sin sectores para fumadores y no fumadores, protegen la salud de todos.

Diversas encuestas realizadas en el país para evaluar la aceptación de ambientes 100% libres de humo muestran que la misma es “muy alta”. El 97% de los no fumadores y el 85% de los fumadores están de acuerdo con que no se fume en lugares públicos, y el 97% de los no fumadores y el 95% de los fumadores aceptan que no se fume en instituciones educativas y de salud.

A su vez, el 76,5% de los encuestados está de acuerdo con que los bares y restaurantes sean 100% libres de humo de tabaco.

“El cigarrillo es una de las drogas más peligrosas: mata a la mitad de los consumidores crónicos y es tremendamente adictiva”, advirtió Virgolini. Las cifras son alarmantes en la Argentina y en el mundo: el tabaco produce la muerte de 40 mil personas por año en el país y de 5 millones a nivel mundial. Y de la población nacional, el 33% de los adultos de entre 18 y 64 años y el 25% de los adolescentes fuma. Pero más allá de los datos formales, no hay que olvidar que “son muchos los beneficios que obtienen las personas que dejan de fumar”.

“Cuanto más temprano se abandona la adicción, mejor. Al año de dejar de fumar se reduce significativamente el riesgo de un infarto, y a los 5 años este riesgo se aproxima al de un no fumador. Y no sólo disminuye el riesgo de muerte o de padecer enfermedades. No hay que olvidar que esas personas logran una notable mejora en su calidad de vida”, señaló el funcionario.

Un estudio realizado por el Ministerio de Salud de la Nación demostró que en Santa Fe, tan sólo un año después de que entró en vigor la ley provincial, se redujo en un 28% el número de internaciones por infartos: se pasó de 1.602 casos en 2006 a 1.140 en 2007.

Además de Santa Fe, en el país hay nueve distritos más –Tucumán, Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza, Neuquén, San Juan, Entre Ríos, Buenos Aires y Catamarca– y municipios que actualizaron sus leyes e incorporaron legislación de ambientes públicos y de trabajo libres de humo.

“Desde que comenzó a funcionar el Programa Nacional de Control del Tabaco, en 2003, se produjo una nueva ola de reformas legislativas”, comentó el funcionario. Destacó que “está demostrado que las leyes 100% libres de humo producen una disminución significativa de los infartos, pero también se traducen en la reducción de muchas otras enfermedades”.

Con respecto a la aprobación de una ley nacional, Virgolini dijo que “hay un proyecto del Poder Ejecutivo que está pendiente de tratamiento. La iniciativa tiene dictamen favorable de la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados, pero tiene que ser aprobada”.

Fuente: Secretaria de Medios de Comunicación - Presidencia de la Nación