Competir en un deporte amateur en Argentina es un todo desafío y además es una materia pendiente para el Estado, que no suele ofrecer a los deportistas el apoyo económico necesario para insertarse en circuitos internacionales. En este marco, el anuncio formulado por el gobernador Hermes Binner el jueves último dio una bocanada de oxígeno a quienes compiten en diversas disciplinas y por limitaciones económicas muchas veces quedan fuera de carrera.

El socialista presidió la presentación del programa “Santa Fe Más Deporte”, una iniciativa mediante la cual la provincia “prevé contribuir al desarrollo del deporte en todas sus manifestaciones” y “apoyar a los deportistas santafesinos de elite, para que puedan solventar los gastos de sus giras deportivas y participar así en las competencias más relevantes del calendario internacional”, según informó el Ministerio de Desarrollo Social.

“La idea es apoyar a los deportistas que tienen posibilidades de intervenir en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y en los Olímpicos de Londres 2012, supliendo de algún modo lo que la Secretaría de Deportes de la Nación y las Confederaciones de los respectivos deportes no ofrecen a los jóvenes”, explicó a Rosario3.com, el coordinador de Deporte Federado de Santa Fe, Gustavo Voos.

El funcionario detalló en qué consistirá la ayuda. “Una de las necesidades más urgentes que se cubrirán a partir de la entrada en vigencia del programa –se estima que desde abril de 2010– es el seguro médico permanente y el seguro por accidentes deportivos", puntualizó. Además, "se garantizarán los traslados terrestres de los deportistas hasta una cantidad estipulada de kilómetros (en especial hacia el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) donde concurren semanalmente), becas tanto para el deportista como para el entrenador, y al menos un ticket aéreo anual para que aquellos que lo necesiten puedan participar de alguna clínica, o competencia en el exterior”, añadió.

Para administrar los aportes destinados a los deportistas, se creará un fondo fiduciario integrado por el Banco Municipal de Rosario y la Subsecretaría de Desarrollo Deportivo de la provincia, cuyas autoridades evaluarán a los candidatos y fijarán los criterios de acceso de los mismos a la ayuda económica.

La provincia cuenta en la actualidad con 220 deportistas becados (24 de ellos discapacitados), y según anticipó Voos, ya hay cuatro empresas –dos de Rosario y dos del interior de la provincia– interesadas en convertirse en “fiduciantes” (aportar fondos o servicios para facilitar la tarea de los deportistas).

El precio de ser deportista amateur

Miguel Albarracín es rosarino y tiene 28 años. Desde los 6 comenzó a practicar Judo y a partir de los 15 empezó a competir en alto rendimiento. Participó de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008, también de los Panamericanos de Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007, donde salió primero en su categoría. “Dedicarse a un deporte amateur es muy sacrificado –asegura Miguel– no sólo por la cantidad de horas diarias (entre 4 y 5, de lunes a sábados) que hay que dedicar al entrenamiento, algo ya en la escuela nos diferencia del resto de los compañeros; sino también por el gasto que implica”.

Miguel destaca el apoyo invalorable de su familia en su formación deportiva y reconoce que durante la mayor parte de su carrera su padre “bancó todo, sin ayuda de nadie”, aclara. “Recién a partir de 2003, cuando empecé a ser más reconocido, pude acceder al subsidio de la provincia que es de 10 mil pesos anuales y me permite acceder al circuito europeo, mientras que la Municipalidad de Rosario me otorga 120 pesos mensuales (excepto los meses de diciembre y enero, cuando se supone que no hay entrenamiento)", dice. Califica la situación del deporte amateur (el Judo en especial) como un “pantano movedizo, ya que a pesar de ser una de las disciplinas con más representantes a nivel mundial, la falta de organización e instalaciones adecuadas, y no se facilita la formación de las nuevas generaciones”.

Claro que si para practicar el deporte elegido se requiere de elementos accesorios como raquetas, embarcaciones o garrochas, la dificultad económica es aún mayor. De esa limitación da cuenta Miriam Ermácora, madre del garrochista olímpico y campeón mundial junior en Beijing 2006, el santafesino Germán Chiaraviglio. Miriam relató a Rosario3.com lo costoso que significa para un competidor de ese deporte comprar una garrocha cuyo valor oscila entre 500 y 700 dólares, además de tener que pagar los derechos de importación, ya que no se fabrican en Argentina.

“Mi marido es entrenador de atletismo y siempre estimuló a los chicos a que practicaran algunas de esas disciplinas –cuenta– pero siendo trabajadores los dos, fue un verdadero sacrificio costear la continuidad de la carrera de Germán”.

Chiaraviglio se encuentra en Italia realizando la última parte de su recuperación tras la fractura sufrida este año en su pie izquierdo. “La rehabilitación comenzó a hacerla en Argentina, pero ahora continúa en Italia hasta marzo”, cuenta su madre. Y explica que esto es posible gracias a un convenio entre los comités olímpicos de ambos países.

Miriam y Miguel coinciden en que cuando un deportista amateur compite fuera de la Argentina, representa al país, y en consecuencia, es responsabilidad del Estado impulsar su formación y crecimiento. “A veces, el Estado provincial ha sostenido que el atleta de alto rendimiento no es responsabilidad de la provincia, sino de la Nación, como una forma de trasladar obligaciones a otra jurisdicción", señala Albarracín y concluye: “Cuando yo compito en el exterior no sé de jurisdicciones, tengo la camiseta argentina y es importante que el país (nación, provincia, municipalidad) hagan lo suyo para que podamos seguir haciéndolo, tanto yo como los que vengan después”.