Aproximadamente el 5 por ciento de los niños en edad escolar y hasta el 10 por ciento de los adolescentes padecen dolores de cabeza recurrentes y que pueden afectar negativamente en sus estudios, en sus relaciones sociales y su actividad física. Por ello, es importante conocer las causas que suelen provocar estas migrañas para prevenirlas y fomentar un ritmo de vida equilibrado.

Si el niño se queja de dolor en la cabeza o tiene otros síntomas como mareo, molestias estomacales, náuseas, sensibilidad a la luz, al ruido o a olores fuertes, puede que esté sufriendo migrañas y, aunque el dolor de cabeza puede tener un origen hereditario, hay ciertas situaciones que pueden desencadenar un dolor de cabeza:

- Pasar demasiado tiempo delante de una pantalla de ordenador, televisión o videoconsola

- Un descanso deficitario: falta de sueño o cansancio

- Exposición prolongada al sol o deshidratación

- Estados de estrés, nerviosismo y ansiedad

- Ambientes cargados: con olores fuertes, humo tabaco, perfumes

- Ruidos fuertes

- Problemas oculares

- Cambios hormonales

- El consumo de alimentos excitantes, grasas (quesos o frituras) o alimentos elaborados con glutamato monosódico (salchichas, embutidos, etc.)

La mayoría de los dolores de cabeza no son indicadores de una enfermedad grave, pero casi el 10 por ciento están provocados por determinadas infecciones como: otitis, gripe,sinusitis o faringitis.

La mayoría de los dolores de cabeza no tienen su origen en el cráneo, sino que son debidos a que los músculos o vasos sanguíneos se pueden inflamar y ejercer presión sobre los nervios circundantes, que envían mensajes de dolor al cerebro. Podemos aliviar a nuestro hijo, proporcionándole unos momentos de reposo y relajación, un ambiente fresco, oscuro y silencioso (o bien una música suave) y asegurándonos de que tiene unos hábitos saludables de alimentación, sueño, ejercicio físico y juego.