Este viernes por la noche se confirmó la muerte de Peter Greene, quien consiguió reconocimiento en Hollywood por su trabajo actoral en películas como Pulp Fiction y La Máscara. Su cuerpo fue encontrado en su departamento del Lower East Side, en Nueva York.
Greene tenía 60 años. Según pudo saber The New York Post, citando fuentes policiales y al representante de Greene, Gregg Edwards, el actor fue encontrado sin vida en su vivienda de Clinton Street, alrededor de las 15:25 (hora local). Los médicos que llegaron al lugar confirmaron su fallecimiento en el acto.
Hasta el momento, la policía descartó indicios de violencia y no compartió ningún tipo de hipótesis sobre qué pudo haber ocurrido. Se espera que el médico forense determine la causa de muerte del actor.
Any time Peter Greene popped up, you just knew he was gonna play the scuzziest villain. Such a memorable character actor. RIP. https://t.co/K8XZgc8wEc pic.twitter.com/5kLM6LPNwm— Emilio (@TheFilmMaestro) December 13, 2025
Greene se hizo famoso en los años 90 por encarnar a villanos que, con el tiempo, se volvieron memorables. Su papel como Zed, el sádico guardia de seguridad en Pulp Fiction (1994) de Quentin Tarantino, y como Dorian Tyrell en La Máscara (1994). En esta última producción, compartió con Jim Carrey y Cameron Diaz, mientras que en la primera estuvo junto con Samuel L. Jackson y Uma Thurman, entre otras figuras.
Ambas películas contribuyeron a que se convirtiera en una de las caras del cine de esa época. A lo largo de su carrera, sumó múltiples apariciones en pantalla, entre el cine y televisión. Algunos de los títulos en los que su nombre destacó son:
- Laws of Gravity.
- Clean, Shaven.
- Blue Streak.
- Training Day.
- The Usual Suspects.
Su presencia en pantalla siempre estuvo asociada a personajes intensos, complejos y muchas veces oscuros.
Greene nació en Montclair, Nueva Jersey. Tuvo una adolescencia marcada por la adversidad. A los 15 años se escapó de su casa y vivió en las calles de Nueva York, donde cayó en el consumo y venta de drogas.
En 1996, tras un intento de suicidio, decidió buscar ayuda y comenzó un proceso de recuperación. Su representante, Gregg Edwards, lo recordó con emoción: “Era un tipo increíble. Uno de los grandes actores de nuestra generación. Su corazón era enorme. Lo voy a extrañar mucho, fue un gran amigo”.
Edwards también destacó que, aunque Greene tenía fama de ser difícil en los rodajes, era un perfeccionista que se entregaba por completo a cada papel.



