El regreso de Nizhny Novgorod a Moscú es eterno. No son los poco más de 400 kilómetros. Tampoco es el chofer, que fuma, escucha música electrónica a todo volumen y vuelve a fumar. No hay charla. Silencio. El idioma es una barrera. El ánimo es la otra. La causa es la derrota. El peso de la derrota. El lastre de esta generación. La carga con la que se mueve, o más bien lo quieto que se quedó su emblema. En Argentina, nadie sabe qué le pasa, pero todos hablan. Opinan, teorizan, afirman y aseguran. Son 24 horas de cobertura. Demasiadas. Con un minuto de silencio se quedan cortos. Nos deben horas de mute.

La selección nacional dejó esa imponente ciudad donde confluyen los ríos Volga y Oká, con los brazos cansados. Ya no hay ganas de remar. Lo denuncia el semblante del capitán de este barco. Los marineros lo siguen con obediencia debida. Se contagian. No ven el horizonte. Ya en Bronnisty, un integrante de la delegación cuenta que el tipo está en la habitación. Sólo con su imagen en default, sin importarle si sube o baja el dólar, con el Merval de su idolatría en caída. Todo es pasado y la pesada herencia. Se escucha el silencio. Los recuerdos hablan por sí mismos. Lio Messi no se pronuncia. El testimonio es su urgente diario de viaje alrededor de las copas del mundo.

Mundial 2006. El salto. Desgarro. Tensión. Entre los 23. Gol a Serbia. Con México, adentro. Abrazo a Maxi. Cuartos con Alemania. Sale Román. Entra Cambiasso. Sale Crespo. Entra Cruz. Sentado. Penales. De afuera. Afuera Argentina. Chau José. Mirada al piso. Silencio.

Hola Coco. En Londres, 0-3 con Brasil. Cumple 20. Copa América 2007. Todos juntos. Masche corre. Román, Verón, Cuchu y Crespo juegan. Golazo a México en semis. En Maracaibo, 0-3 con Brasil. Subcampeón. Eliminatorias sin rumbo. En Santiago, 0-1 con la Chile de Bielsa. Chau Coco. El Pendejo y sus amigos.

Ya 2008. Diego. D10s y la 10. Amistoso y gol contra Francia. Sin altura en La Paz. Humillante 1-6. En Rosario, 1-3 con Brasil. Milagro vs Perú. La foto es de Palermo. Amistoso vs España. Derrota con gol. Amistoso con Alemania. Victoria por Pipa en Munich. Mundial en Sudáfrica. Mil remates. Ningún gol. Nada de Dios. Nada de D10s. Alemania 4-0 Argentina.

Chau Diego. Hola Checho. Los amigos españoles son campeones. Vienen a Buenos Aires. Arriba 4-1. En Doha, 1-0 con Brasil. Golazo sobre la hora. Otro amistoso triunfal. Contra Cristiano, 2-1 y gol incluido. Y otro amistoso triunfal. Copa América 2011. Himno a boca cerrada. Silbidos en Santa Fe. Reivindicación en Córdoba. Eliminación en el Cementerio. Otro elefante que cae. Uruguay nomá. Chau Checho. Chau Tevez. Hola Sabella.

Barranquilla. Fútbol y personalidad. Dados vuelta. El amigo Kun también es héroe. Triplete en Suiza. Un amistoso triunfal más. En Nueva Jersey, 4-3 con Brasil. Otro triplete. Genio. Y otro amistoso triunfal. Revancha con Alemania. Gol y penal errado. Y otro amistoso más. En los oficiales también. Goles a Paraguay en Córdoba, Uruguay en Mendoza y Chile en Santiago. Otro triplete a Guatemala en otro amistoso. Mundial de Brasil. Decime que se siente. En casa a tu papá. Lo vas a ver. Debut con cinco en el fondo. El segundo tiempo se juega con cuatro. Táctico en el túnel. Los amigos. Aparición definitiva y 2-1 final a Bosnia. Con Irán, 1-0 con aparición definitiva en el final. Nigeria, doblete y 3-2. Líderes del grupo. Con Suiza, se pasa. Con Bélgica, se avanza. Con Holanda, a penales, se grita con el alma. Masche sigue corriendo. Con Alemania, era por abajo, era penal, era y no fue. Gol de Götze. La copa se mira y no se toca. Subcampeón. Chau Sabella. Hasta siempre, Don Julio. Gracias.

Llega Segura. Hola Tata. El de Newell’s. El de Barsa. En Beijing, 0-2 con Brasil. Contra Cristiano, 0-1 en Londres. Copa América 2015. Líderes del grupo. La Colombia de José sale a la caza. Penales. El primero es gol. Avanza. A semis. Baile a Paraguay de Ramón. Final. Contra Chile en Chile. Sampaoli marca en zona. Acorrala. Penales. El primero es gol. Erra el resto. Subcampeón. Los dirigentes votan. Son impares. Terminan empatados. 38-38. Más goles amistosos a Bolivia y México. Rotura de un ligamento interno. Dos meses out. Vuelve Tévez. Eliminatorias. Mal inicio. No más Tévez. Los amigos. Otra vez en Chile. Triunfo vital. Con Bolivia, gol en Córdoba. Copa América 2016. Los 100 años de las copas. Estados Unidos. Líderes del grupo. Cinco goles en cuatro partidos. Record. Goleador histórico. Final. Otra vez contra Chile. Otra vez penales. Esta vez, el primero no es gol. El último, el de Biglia, tampoco. Subcampeón. Basta. Me voy. Renuncio. No es para mí. Chau Tata.

Hola Patón. Volví. Pasaron 45 días. ¿Me extrañaron? Amo demasiado esta camiseta. Arrancamos. Somos nosotros. Los amigos. Barba y rubio furioso. En Mendoza, 1-0 a Uruguay. Gol. Roja a Dybala. Lesión. Recuperación. En Belo Horizonte, 0-3 con Brasil. En San Juan, 3-0 a Colombia. Golazo de tiro libre y say no more. No se habla más. Por el grupo. Por el Pocho. En River, 1-0 a Chile. Saludos a tu mamá, juez de línea. Suspendido. En La Paz, una guerra. Chau Patón. Hasta nunca, normalizadora.

Hola Sampa. Gracias Chiqui. Sin suspensión. En Melbourne, 1-0 con Brasil. Cumple 30. Empate en Montevideo, en River y en Boca. A Ecuador. A sufrir. A ganar. A brillar, mi amor. Triplete. Nos vamos a Rusia. Con Masche, y los amigos. Primero, amistoso. Al local, 1-0 por el Kun. Con Nigeria, sin estar, es 2-4. Tampoco vs Italia, pero es 2-0. Con España, al vestuario del 1-6. Arriba. A levantarse. Saluden a la gente. En La Boca, tres a Haití. Mundial. Rusia de nuevo. Rumores. Los amigos. Vamo’ a ser felíz. Con línea de cuatro. Los amigos. Con Masche, aunque corra menos. Con Biglia, aunque llegue con lo justo. Contra Islandia. Kun. Vamos 1-1. Penal. La película, repetida. El director, el arquero de Islandia. Bajón. Responsable. A Nizhny. Himno. Mano a la cara. 0-3 con Croacia. Mirada al piso. Silencio. Hasta el martes, silencio.

El silencio no siempre es salud.