La policía rosarina detuvo por segunda vez en 24 horas a un menor de edad acusado de herir de un disparo a un policía el sábado en Fisherton. En medio de los dos arrestos, había quedado libre y cometió un asalto a mano armada.

Gracias a trabajos de inteligencia, se logró identificar al autor del ataque al efectivo policial en zona de Juan B. Justo y García del Cosio –también en el citado barrio de la zona oeste–, donde comenzó una persecución que terminó en un domicilio del pasaje Carobera al 1200.

Allí procedieron a la aprehensión del joven, identificado luego como Mariano Nahuel V., de 16 años de edad, según el reporte oficial.

En horas de la madrugada de este domingo, el Juzgado de Menores en turno determinó que el acusado fuera entregado a su madre, mientras quedó en curso la averiguación de otro posible hecho.

Pero cerca de las 9 de la mañana, personal de la fuerza que realizaba tareas de prevención en la zona fue alertado por vecinos sobre un intento de robo a un repartidor panadero, cerca del Carobera al 1200.

Los policías acudieron a entrevistar a la víctima, quien denunció que momentos antes fue abordado por un menor que vive en la zona, que intentó robarle y que, al ofrecer éste resistencia, le efectuó un disparo a su vehículo para darse luego a la fuga.

De acuerdo a otros testigos, el autor de este último ataque sería el mismo que realizó los disparos hiriendo al personal policial en Génova y Acevedo, cuando realizaban un servicio adicional en la punta de la línea 146 en Fisherton.

Otra vez adentro

 

La última novedad de la saga llegó por la tarde: cerca de las 15, fuentes policiales reportaron una nueva detención del adolescente, en Urquiza y Felipe Moré. Se encontraba con una motocicleta que tenía el cuadro limado y denunciada como robada. Le secuestraron también la suma de 3.700 pesos.

El sábado a la tarde, dos agentes cumplían el servicio de policía adicional en la punta de línea del colectivo 146, cuando uno de ellos se fue al baño de una estación de servicio de la zona. El otro efectivo que quedó en el lugar fue sorprendido por un sospechoso que se acercó en bicicleta, tiró el rodado y se acercó a pie al grito de "tirate al piso".

Cuando el agente se identificó como policía comenzó un intercambio de disparos. El uniformado sufrió una herida de arma de fuego con orificio de entrada y salida en la parte superior de su rodilla izquierda.

El sospechoso se dio a la fuga por calle Nazca y fue perdido de vista. Fue arrestado y finalmente puesto en libertad.