Las cuatro personas imputadas por el crimen de Carlos Orellano, el joven de 23 años conocido como Bocacha, ocurrido en febrero de 2020, comenzaron a ser juzgadas desde este miércoles en el Centro de Justicia Penal. El debate oral y público durará aproximadamente dos meses, ya que participarán alrededor de 200 personas que declararán de forma testimonial.

Los acusados por homicidio simple son los patovicas del boliche Señor Ming River House –ubicado en el complejo La Fluvial– Emiliano Oscar López (32 años) y Claudio Fabián Maidana (55). Para ellos, el fiscal de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti adelantó que pedirá la pena de 17 años de cárcel.

Es más grave aún el caso de los policías imputados Gabriel Julio Nicolossi (39) y Karina Laura Gómez (42), quienes hicieron adicionales en aquella madrugada en Ming. La pena que pidió el fiscal para ellos es de 19 años, ya que se le agregan los delitos de falsedad ideológica e incumplimiento en los deberes de funcionario público.

Se espera que durante las audiencias del juicio declaren amigos de Orellano, personal de Señor Ming y otras personas que asistieron al boliche en la noche del 23 de febrero.

La teoría del caso

 

En las distintas audiencias de la investigación, Saldutti ya expuso su teoría sobre lo que ocurrió. Sobre la base de indicios y testimonios, sostuvo que los policías y los patovicas golpearon a “Bocacha” en la madrugada del 24 de febrero de 2020 al sacarlo del boliche. Luego, lo arrinconaron contra una baranda y en ese marco provocaron que Orellano saltara al río, donde finalmente murió. Según pericias, cayó al agua entre las 4.30 y las 5 de ese día, y el cuerpo fue hallado cerca de allí dos días después, el 26 de febrero.

Según el fiscal, los policías presenciaron la caída de “Bocacha” al río y dieron aviso a la central del 911 y a Prefectura varios minutos después del hecho, aproximadamente media hora. En ningún momento se comunicaron con el Ministerio Público de la Acusación.

Además, Nicolossi y Gómez se fueron de La Fluvial sin haber documentado su actuación, por lo que Prefectura no contó con la información necesaria para una búsqueda eficaz del joven. Y, de acuerdo a la imputación, después brindaron declaraciones falsas al señalar que Orellano se había caído accidentalmente luego de haberse acostado entre el río y las barandas de seguridad.

“La parte querellante que representa a la familia Orellano acompaña la teoría del caso, pero formula un pedido de montos mayores”, indicó este miércoles Saldutti. Eso es porque los abogados querellantes solicitaron 23 años de cárcel para la pareja de policías y 20 años para los patovicas.