Mientras en Rosario avanza el proceso contra los detenidos y acusados de conformar una banda de estafadores telefónicos que engañaban a través del llamado “cuento del tío” para robar dinero, en Santa Fe se conocieron penas de hasta cinco años de prisión y sanciones económicas millonarias para delincuentes procesados por delitos similares.

Ocho hombres mayores de edad que integraban una asociación ilícita fueron sentenciados en el marco de una investigación que encabeza la fiscal María Laura Urquiza. A uno de ellos se le impuso la pena por ser organizador de la banda, mientras que a los otros siete fue por su calidad de miembros.

Además de la pena de prisión impuesta, los condenados debieron pagar un total de 11.744.300 pesos.

“De ese total, 9.544.500 fueron entregados a las víctimas en concepto de reparación económica; 969.800 pesos fueron donados a instituciones de bien público y 1.230.000 fueron recibidos por el MPA en concepto de multa”, explicó la fiscal Urquiza.

Las penas

 

El hombre condenado como organizador de la banda es Diego Miguel de 33 años. Se le impuso una pena de cinco años de prisión por la autoría del delito de asociación ilícita en calidad de organizador, por la coautoría de 10 estafas y por la coautoría de tres tentativas de estafa. También se le ordenó el pago de un total de 2.120.000 en concepto de reparación a las víctimas, donación y multa.

Por su parte, Andrés Traico de 60 años; Marcelo Jesús Traico de 33; Pablo Traico de 29 y Roberto Sebastián Miguel de 39 fueron condenados como autores del delito de asociación ilícita en calidad de miembros; coautores de cuatro estafas y coautores de dos tentativas de estafa.

Se les impuso una pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional a cada uno y el pago de una multa de l.500.000 mil pesos, también a cada uno.

Los otros tres condenados como miembros son Adolfo Miguel Juan de 33 años, Yanero Demetrio Costiche de 26 y Roberto Iancovich de 41.

Se le impusieron penas de tres años de cumplimiento condicional –a cada uno– por la autoría del delito de asociación ilícita en calidad de miembros. También se los condenó por la coautoría de estafas reiteradas y por la coautoría de tentativas de estafa.

En el caso de Juan fue por la coautoría de seis estafas y dos tentativas de estafas y debió pagar 545 mil pesos. Por su parte, la pena a Costiche fue por la coautoría de nueve estafas y dos tentativas y debió pagar 1 millón de pesos.

Por último, a Iancovich se lo condenó por la coautoría de 10 estafas y dos tentativas de estafa y debió pagar 2.079.300 pesos.

Estafas telefónicas

 

“La asociación ilícita que integraban los condenados tenía carácter estable, permanente y organizada y cometía estafas telefónicas en las ciudades de Santa Fe, San Justo y San Javier”, precisó Urquiza.

Acerca de la modalidad delictiva, la funcionaria del MPA explicó que “los integrantes de la organización se comunicaban con las víctimas -generalmente de avanzada edad- y simulaban ser una persona de su entorno familiar o un empleado de un banco”. Al respecto, añadió que “las engañaban y mediante ardides las hacían caer en error”.

Urquiza informó que “las excusas con las que concretaban las estafas eran diversas” y detalló que “les decían a las víctimas que si tenían dólares guardados, perderían valor. En tal sentido, las engañaban para que cambiaran los billetes porque –según les decían– saldrían de circulación o se impondría un corralito bancario”, como sucedió en numerosos episodios en Rosario y la zona.

La funcionaria del MPA continuó explicando que “los miembros de esta asociación les manifestaban a las víctimas que otra persona se encargaría de retirar el dinero de sus viviendas”. Y agregó que “una vez que las convencían del engaño, les decían que no cortaran la comunicación telefónica, seguían dialogando con ellas y, mientras tanto, otras personas retiraban el dinero en el lugar en el que estaban las víctimas”.

Además de los ocho condenados, hay otro hombre que fue imputado y está en prisión preventiva. En tanto, hay al menos dos personas más que ya fueron identificadas y se libraron las correspondientes órdenes de detención.

En Rosario, una banda similar

 

La banda recientemente desbaratada en Rosario por estafas telefónicas consta de diez personas detenidas –ocho quedaron en prisión preventiva y otra en domiciliaria–, mientras que hay dos prófugos, según estableció Fiscalia.

Se trata de un grupo de la comunidad gitana, oriundos de Córdoba y de Rosario, que en la audiencia de la semana pasada fueron imputados por asociación ilícita, estafas y extorsión.  Creen que en el término aproximado de cuatro meses lograron recaudar unos 50 millones de pesos en forma ilícita.