En la audiencia judicial en la que se dictó la prisión preventiva contra Gregorio Ramón Britez, el hombre de 52 años acusado de asesinar y luego enterrar a Nora Escobar en la vivienda que habían compartido juntos en Granadero Baigorria, la fiscal Marisol Fabbro expuso las contundente evidencias que existen en el caso.

“Además de haber hallado el cuerpo en el domicilio que compartía Britez con la víctima, ya hay un resultado de autopsia en la que se pudo establecer que la víctima tenía 17 heridas punzocortantes. Cuatro de ellas de mayor gravedad en los órganos vitales que provocaron la muerte”, dijo Fabbro en conferencia de prensa.

“También –agregó en ese sentido la fiscal– se pudo establecer la geolocalización de los teléfonos de ambos en el domicilio de Britez de calle Liniers, donde convivía la pareja, hasta el día 24 de abril. Esto no quiere que Nora haya podido estar viva con posterioridad al 22, sino que el teléfono permaneció activado hasta ese momento”.

El análisis de los chats de Messenger de la víctima (su hija Karen pudo acceder) también aportaron indicios, dijo la fiscal. Britez, además, había sido violento con su ex pareja y sus hijas.

“Hay mensajes de Facebook de Nora, que ese mismo día 22 estuvo todo el día buscando un departamento de un ambiente para poder irse a vivir y retirarse de ese domicilio. Además de los dichos de todos los vecinos, que decían que las peleas eran permanentes. Que ella iba y venía, que no sostenía una convivencia pacífica con él”, añadió la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

El hecho de haber obtenido la geolocalización del teléfono en la casa de calle Liniers hasta las 22 del 22 de abril “se contradecía con los propios dichos de Britez, de que ella hacía desde octubre que no estaba, como le dijo a personal policial. O que hacía tres meses que no vivía más ahí, como le dijo a su hija Karen. Esto era una pauta certera de que ella había estado en ese domicilio, no sólo por el teléfono, sino porque tenía conexión en Facebook:: hablaba, conversaba”, agregó la fiscal.

Cómplice del femicida

 

El otro detenido es Antonio Alberto Lipari, acusado por encubrimiento agravado por el hecho precedente, ya que –según la Fiscalía– ayudó a Britez en su intento de fuga.

“A Lipari se le imputó el encubrimiento en actos posteriores al homicidio; la fiscalía sostiene que es imposible que Britez, dada su edad y contextura física y estado físico general haya podido no sólo enterrar el cuerpo sino luego realizar toda una carpeta de concreto sobre ese patio, limpiar toda la casa y arreglar y pintar las paredes que estaban manchadas con sangre –porque el reactivo luminol dio positivo en toda la vivienda–“, dijo la fiscal sobre este hombre, “amigo de toda la vida” de Britez.

El luminol es un líquido que determina si en la superficie hubo sangre, aún si hubo un intento de lavarla.

También hay vecinos que vieron a Lipari el 23, es decir al día siguiente de la muerte de Nora, según la estimación de la Fiscalía. También estuvo en tres oportunidades más. La última vez fue el día domingo anterior al martes (día del segundo allanamiento), cuando vieron a los amigos bajar con dos palas e ingresar a la casa, cerró la investigadora.