Una investigación de la Fiscalía de San Lorenzo se propuso desentrañar el robo millonario de miles de kilos de agroquímicos de la empresa agroexportadora de capitales chinos Cofco, que posee una planta en el Cordón Industrial.

El fiscal Carlos Ortigoza encabezó las medidas que este fin de semana concluyeron con la detención de once personas, entre las que se destacan trabajadores de planta, tercerizados y camioneros. Los apresados serán imputados bajo la carátula de asociación ilícita y hurto agravado. Se cree que habían pergeñado un aceitado mecanismo para evitar ser descubiertos. El material robado se calcula en casi un millón de dólares.

Según indicaron voceros de la Policía Federal Argentina (PFA), fuerza a la que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) delegó los procedimientos, la banda estaría liderada por un hombre y sus hijos, quienes poseen una empresa de transporte.

El fin de semana, personal de la PFA allanó un total de nueve domicilios en Granadero Baigorria, Puerto General San Martín y San Lorenzo.

La causa comenzó con una denuncia de Cofco, que advirtió un desfasaje durante un control de stock de mercadería. “Lo que despachaba no era lo mismo que tenían; había una desproporción. Empezaron a revisar las filmaciones de 1.500 horas de videograbaciones y advirtieron la maniobra”, dijo Ortigoza a Medios Red.

El funcionario constató “cuatro o cinco” hechos de hurto en los últimos dos años. El último hurto estuvo monitoreado por los detectives de la PFA y gracias a ello, los investigadores llegaron a un galpón –conocido en la jerga como «puerto seco»– donde el grupo guardaba el agroquímico robado, que luego era vendido en el mercado negro.

Ortigoza sostuvo que “cada uno de los detenidos desarrolló un papel fundamental dentro del accionar delictivo” y agregó que “sin el aporte o relación de confianza que había con la planta; con la provisión de camiones y con el dato necesario de que en ese lugar se podía realizar esa maniobra, no se hubiera podido dar”.

Sin explayarse sobre los pormenores del modus operandi, el fiscal señaló que los sospechosos “esperaban determinadas condiciones dentro de la empresa para que el mecanismo de robo pudiese funcionar con seguridad”.

Para la empresa y la Fiscalía, el valor de lo sustraído asciende, a grosso modo, a unos 890 mil dólares. Unos 420 millones de pesos, indicó el fiscal.