El fiscal de Homicidios Dolosos Gastón Ávila explicó este lunes la mecánica del mafioso triple crimen ocurrido el sábado pasado a la salida de un casamiento narco. Según precisó, un asistente que estaba borracho quiso colaborar llevando a la mujer ya muerta al hospital, pero se equivocó de camino, vio un móvil policial que creyó que lo perseguía y por ese motivo se desvió y prendió fuego el vehículo con el cuerpo adentro

En conferencia de prensa, Ávila señaló que en las últimas 48 horas pudo acreditar que Maximiliano Giménez, su pareja Érica Romero y la beba Elena Giménez se fueron a las 4 del salón Campos de Ibarlucea, cuando finalizó el casamiento narco.

"El Audi TT tomó la autopista Rosario-Santa Fe para regresar a Rosario. Ahí es donde una camioneta los embosca en primera oportunidad. Vuelve (la pareja con la beba) a toda velocidad para el salón para buscar refugio y quiere ingresar al salón, pero queda encajado en una zanja en ese tramo. Ahí desde la camioneta se efectúan muchas detonaciones, más de veinte, y se da a la fuga. Esto fue frente al salón, porque el auto quedó en la banquina de enfrente", remarcó.

Según la reconstrucción del fiscal, los asistentes a la boda rompieron los vidrios del rodado y asistieron a Giménez (que iba al volante) y a la beba. Los trasladaron al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde ingresaron muertos. En tanto, Érica Romero quedó dentro del Audi TT.

"A la mujer no la lograron sacar del asiento. Por la premura de las circunstancias, a la mujer la tratan de llevar en su propio vehículo, pero las ruedas giraban en falso. Mientras algunos sacaban el auto, un joven se sentó en el asiento de conductor e intentó ir al Eva Perón, aunque la mujer ya estaba muerta. Desorientado, agarró para el lado de Ibarlucea", aseveró.

Ávila agregó que el joven había asistido al casamiento y este domingo ante Fiscalía comentó que estaba ebrio. "Los testigos vieron que se bajó del auto y se agarró la cabeza y empezó a gritar. Esto ya fue en Ibarlucea. Ahí decide prender fuego el auto. Dijo que quería ayudar, que estaba ebrio, que se asustó. Que iba en un auto baleado, al lado de un cadáver y en el camino le pareció ver un móvil policial. Que por eso decidió prenderlo fuego. Vino acongojado y comentó la situación llorando", concluyó.

El joven conductor no está detenido y según el fiscal aún no va a ser imputado. "No veo que haya intención de encubrir a los homicidas ni de una participación", sostuvo.

Con respecto al posible móvil, dijo que Giménez y Romero figuraban investigados por la Justicia federal de Rosario por "tráfico de estupefacientes". "Se encargaban de la distribución a mediana escala. Mantengo en reserva para quién", añadió.

Sobre los novios narcos que se casaron, manifestó: "Recibí declaración de ambos. No sospecho de ellos ni los involucro. No parece lógico que planeen un homicidio en su casamiento. Había niños, personas mayores. Es poco probable".