Pablo Farías (Frente Unidos–Partido Socialista) fue uno de los convencionales reformadores que le puso su impronta a la nueva Constitución santafesina. Y fue uno de los alfiles del oficialismo a la hora de buscar consensos con la oposición. Ex ministro de Gobierno de Miguel Lifschitz y ex presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe, el hoy legislador provincial va como segundo candidato por el espacio para ocupar una banca en la Cámara baja nacional detrás de la vicegobernadora Gisela Scaglia.
En una charla a solas con Rosario3, Farías repasó los ejes más importantes del proceso de reforma constitucional y planteó los desafíos que se vienen a partir de ahora en materia de leyes que se necesitan para que los cambios en el texto se conviertan en políticas públicas. Por otra parte, sostuvo el escenario electoral de “tercios” en la provincia de cara a las legislativas del próximo 26 de octubre tras los resultados del pasado domingo en los comicios bonaerenses.
-¿Se aprobó la Constitución buscada o la posible?
-Por supuesto que es la posible pero que tiene mucho de lo buscado. Por lo menos para Unidos y en particular para el socialismo, el contenido es ampliamente satisfactorio más allá que tuvimos que ceder en nuestras pretensiones desde cómo llegamos al día cero de la Convención. Estamos muy conformes con este texto. Lo posible ha sido muy cercano a lo deseado.
-¿Qué viene ahora?
-Primero, en las 27 cláusulas transitorias que aprobamos hay un paquete importantísimo de leyes -unas 20- a sancionar en un tiempo perentorio, con un plazo de dos años para la mayoría aunque algunas haya que hacerlo lo antes posible. Se viene un trabajo legislativo muy importante ya que la Constitución no puede decir y establecer todo. Muchas cosas deben hacerse y depende de las leyes que las pongan en funcionamiento. Desde establecer cómo se regula la distribución de bancas hasta las leyes que pongan en funcionamiento el nuevo sistema de Justicia con la independencia del Ministerio Público de la Acusación y del Servicio Público de la Defensa del Poder Judicial, como así también el régimen de la autonomía municipal.
-¿Hay riesgo de que queden temas pendientes sin legislar como sucedió con la reforma de la Constitución nacional de 1994?
-Es muy importante el manejo de los tiempos para que eso no suceda. Que el mismo consenso político -dentro de Unidos y con el resto de las fuerzas- conserve rápidamente la inercia de la reforma constitucional porque mucho de lo que se acordó tiene que plasmarse en leyes ampliando consensos para que expresen la voluntad de la Convención.
-Hubo debates muy fuertes e intensos como así también importantes consensos, ¿cómo se sale de la Convención, mejor o peor?
-Se sale mejor porque hubo un ejercicio de discusión permanente y hubo mucha tensión porque el debate fue profundo, franco y frontal. Es que la Convención resume todos los temas importantes de la discusión de la política, fue una agenda pesada, donde estuvo todo el espectro político representado. La posibilidad de que las reuniones -incluso las de comisiones- fueran públicas permitió que todos actualizaran sus posiciones de cara a la sociedad. Eso nos permite saber hasta dónde podemos llegar, qué pasos hay que dar para lograr consensos, sabemos cuáles son los limites o los planteos fuertes. Es una buena hoja de rota de cara a lo que viene. En ese sentido quiero destacar la importancia institucional de la reforma y el nivel de respeto y trato reconocido hasta por los más acérrimos opositores.
-¿Cómo hacer para que la nueva Constitución le llegue a la gente?
-La Constitución va a llegar a la gente en la medida que lo sancionado empiece a verse en la vida diaria. Si los cambios producidos no empiezan a materializarse en políticas públicas, aunque eso no es de un día para el otro, la Constitución no va a llegar a la gente. Se puede hacer una difusión didáctica que se conozca a través del sistema educativo y los medios de comunicación, en realidad va a llegar a la gente en la medida que se produzcan los cambios. Si no, la Constitución pasará a ser una restructuración del sistema político y no mucho más.
-Uno de los ejes de la reforma fue la autonomía municipal, ¿hay verdadera demanda de los municipios por igual en torno a ello?
-Interesa en formas distintas a las ciudades grandes en comparación con las más chicas. Para éstas últimas la demanda de autonomía está ligada a la necesidad de que lleguen mayores recursos desde la Provincia en la medida que se amplíen sus obligaciones. En las grandes ciudades hay una expectativa de un debate local más fuerte en toma de decisiones de planificación urbana, desarrollo de las ciudades y agenda en lo local con impacto mayor en Rosario y en Santa Fe, aunque menos.
-¿No hay riesgo de la doble imposición tributaria a partir de la autonomía municipal?
-Hubo mucho debate con eso. La autonomía de alguna manera implica potestades para los municipios pero esto tiene que estar de la mano de la responsabilidad de los funcionarios. La doble imposición tiene que evitarse. Hay normas en la Constitución que van en ese sentido. La autonomía implica mayor responsabilidad de los actores locales en cuanto al control por parte de la gente y de las instituciones. La responsabilidad de los actores locales está en no generar contradicciones y evitar superposición de tributos.
Agenda electoral
-¿Cambia el escenario electoral en Santa Fe después del resultado de los comicios del domingo pasado en la provincia de Buenos Aires?
-Con la aparición de Provincias Unidas, el escenario en Santa Fe es de tercios, distinto a lo nacional que viene polarizado. La irrupción de una tercera fuerza con el apoyo del gobernador plantea un escenario de tercios y habrá que ver si ese escenario se profundiza. La necesidad de una opción es fuerte, hay claramente un mensaje al gobierno nacional cuyas medidas no impactan positivamente en la población, incluso el electorado cercano al gobierno no quiere volver para atrás, por eso es necesaria una opción rompiendo el polarismo que puede fortalecerse a partir del resultado del domingo último.
-¿Ahora no hay riesgo que el escenario se polarice después del resultado de hace siete días?
-No creo que se polarice en Santa Fe, aunque siempre está el riesgo. Tenemos potencialidad de representar un futuro distinto al gobierno actual sin volver al pasado.
-Se marcó el cambio de posición de los gobernadores, incluso el de Santa Fe, quienes primero apoyaron a Milei y ahora se terminan distanciando...
-Cualquier gobernador es lógico que tenga buena relación con un gobierno nacional. Esto no quiere decir que haya una mimetización con el pensamiento o la ideología. Eso es de buena gestión y Pullaro fue en ese camino todo lo que pudo. La respuesta del gobierno nacional fue pésima y es uno de los peor tratados. No hay un cambio en el discurso a partir del domingo pasado. Si uno viene viendo las opiniones del gobernador santafesino y de Unidos se ve una posición crítica hacia el gobierno nacional en muchos temas, hemos sido taxativos en ese sentido, y el nacimiento de Provincias Unidas ocurre con un fuerte reclamo y diferenciación con el gobierno nacional
-Se anunció que el presidente Milei convocaría a los gobernadores, ¿Pullaro debería asistir?
-Primero, el que tiene que llamar (al diálogo a los gobernadores) es el presidente. El gobernador tiene que asistir a defender los derechos de Santa Fe.
-¿Cuál será entonces la posición que tomará si es electo el próximo 26 de octubre?
-Vamos con una decisión de defensa de los intereses de Santa Fe: apoyar lo que está bien y también marcar las diferencias en políticas de gestión. Unidos aparece como algo distinto y es una alternativa para quienes no quieren volver al kirchnerismo y tampoco ven en Milei una opción viable ya que no va para ningún lado y ese es el temor que tenemos.
-Con la posibilidad que tiene Pullaro de ir por una reelección, ¿al socialismo sólo le queda competir por volver a gobernar Rosario?
-Dos años es mucho tiempo y tenemos que dar un debate interno e intenso. El partido tiene proyección provincial, con presencia en distintas localidades, tiene el senador del departamento La Capital, representación en la Legislatura, hemos crecido en localidades, hemos ganamos presidencias comunales y hemos sostenido las intendencias que se pusieron en juego. Rosario siempre será nuestra base en lo legislativo o en el Ejecutivo.
-Es decir, ¿se plantearán como alternativa para gobernar Rosario?
-Tenemos capacidad y gente de gestión para ese nivel de desafío y nosotros pretendemos construirlo armónicamente dentro del frente Unidos.



