Marcos Peña, jefe de Gabinete de Mauricio Macri y uno de los principales estrategas electorales de Junto por Cambio, comenzó la campaña de cara octubre aun cuando no tenía números oficiales y decía que las encuestas en boca de urna que favorecían a Alberto Fernández estaban “dibujadas”.

Y si es por las palabras de Peña se entiende que la estrategia es la misma: demonizar al kirchnerismo y plantear la posibilidad de un triunfo opositor como factor de inestabilidad económica.

En ese sentido, consultado sobre qué puede pasar con los mercados el lunes advirtió que mientras haya riesgo de “regreso del populismo autoritario va a haber inestabilidad”.

Pero a la vez se mostró confiado en que el macrismo, como pasó en 2015, va a crecer en octubre con respecto a las Paso y que eso va a generar tranquilidad.

“Estamos seguros que va a haber muchos elementos para demostrar que Argentina no va ir en esa dirección”, dijo.