“Ojo con Leo, este muchacho no tiene techo”, susurra un delegado en el salón donde más de cien sillas esperan ser ocupadas. No habla de “Lionel”, el que apila rivales en el césped del fútbol, sino de otro: el que llega con impulso de promesa política a un partido atravesado por preguntas, urgencias y una historia pesada.

El calor se hacía sentir en el ámbito principal del edificio de Alsina 1786 en Buenos Aires. Los delegados empezaron a llegar hasta superar los 59 exigidos para dar quorum y elegir al nuevo presidente del partido que en medios de internas y quiebres se siente obligado a diseñar un plan con miras al futuro.

Leonel Chiarella es sin duda profeta en su tierra. Fue reelecto en 2023 como intendente de Venado Tuerto con el 83 por ciento de los votos después de su primera gestión, iniciada en 2019. Nació en diciembre de 1988, un poco antes de la debacle alfonsinista de 1989, pero aun con esa secuela comenzó su militancia a los 15 años en “El Industrial” de Venado Tuerto, donde empujó la creación del Centro de Estudiantes para ser su presidente.

Hizo toda la carrera del militante radical: Juventud, universidad, gestión académica y compromiso territorial. Presidió la Juventud Radical a los 18, estudió Derecho en la UNR, militó en la Agrupación Estudiantil 1983, integró el consejo directivo y fue ayudante de cátedra en Derecho Constitucional. Academia, militancia y gestión como un mismo hilo conductor. Activo integrante del programa jóvenes argentinos de la Fundación Nueva Generación Argentina donde abrazó toda causa que mereciera transformación en distintas organizaciones no gubernamentales.

Con el título de abogado regresó a Venado para andar el camino que hoy protagoniza. En 2015 fue electo concejal con 27 años, lleva su segundo periodo como intendente y hoy con 36 años, impulsado por el gobernador Maximiliano Pullaro entre otros, asume como el presidente número 23 del partido, siendo el más joven de la historia del radicalismo.

En Venado Tuerto no habla del narcotráfico en abstracto. Lo nombra. Denuncia con nombre y apellido a las estructuras que operan en la ciudad, enfrenta amenazas y celebra condenas. Lo hace, dice, “con el cuero propio”, empujando al poder político y judicial a no bajar los brazos.

El sábado, el día después de la votación que lo nombrara en el lugar que ocuparon Alfonsín, Alem, Yrigoyen, Alvear o Balbín entre otros, atendió el teléfono desde Venado para describir el orgullo que le representa ser su nuevo conductor.

“Para mí, la militancia política en el radicalismo es un gran orgullo y es uno de los desafíos más importantes de mi vida política. Tenemos que generar una Unión Cívica Radical mucho más moderna, protagonista, y también que pueda hablarle a la sociedad en base a lo que hacemos todos los días. Los radicales gobernamos cinco provincias, más de 500 ciudades y pueblos a lo largo y a lo ancho de la República Argentina. Tenemos cientos de concejales, legisladores provinciales, legisladores nacionales. Hay una Unión Cívica Radical que está de pie, que tiene presencia territorial y que tenemos mucho para poder aportar y para poder decirle a la sociedad, ya no en base a ideas, sino en base a hechos”, dice exultante detrás de la línea de teléfono.

–¿Cuál es la clave de esto?


–Los que gobernamos demostramos los valores, las ideas, en hechos concretos. Gobernamos sin corrupción y demostramos que cuando no hay corrupción en el Estado, los recursos alcanzan para hacer obras, para prestar servicios, para brindar mejores condiciones de seguridad.

–¿Bajaste impuestos en Venado?
 

–Sí, nosotros presentamos una reforma que aportamos por unanimidad en el Concejo Municipal, donde derogamos 150 tasas, sellados trámites, simplificamos, reducimos, bajamos. Eso tiene que ver con empezar a dar algunos debates de cara a la sociedad, en donde en el medio de la grieta, en el que solo benefician los que son parte de la grieta, y que solo genera más odio, demostrar que hay otra forma de hacer política y de ejercer y de practicar la gestión y la política. Ese es el desafío que tenemos en esta nueva etapa de la Unión Cívica Radical, dialogando con los otros partidos y obviamente con la sociedad.

– ¿Con qué radicalismo nos vamos a encontrar en tu gestión? ¿Serán opositores a la gestión del presidente Milei? 
 

–Lo que queremos es que la Argentina dé un mensaje muy claro: “no volver al pasado”. Que el kirchnerismo representa un ciclo que está agotado y le ha hecho mucho daño a la Argentina. Mirar hacia adelante con sentido común en los debates públicos. Creo que necesitamos sentido común. En las cosas en que nosotros estamos de acuerdo en lo que plantea el gobierno, vamos a acompañar como lo venimos haciendo. Y en aquello que no estamos de acuerdo, nos plantaremos, como pasó con la educación pública, con la universidad pública, con el Garrahan, con muchas de esas situaciones. Es parte del sentido común, no de una pelea política. No podemos estar de acuerdo en todo, ni tampoco podemos estar en contra de todo. En una familia, en un equipo de fútbol, en una sociedad, en un barrio, no podés estar de acuerdo en todo.

–¿Cuál es el desafío frente a eso?

–Tenemos que dejar de hablar de la rosca, de la interna, de lo que solo le interesa a puertas hacia adentro. Lo tenemos que resolver puertas hacia adentro, pero puertas hacia afuera, hacia la sociedad, nosotros debemos hablar de gestión, de método, de lo que hacemos. De lo que hacemos todos los días, más de 500 intendentes, de lo que hacen todos los días los cinco gobernadores, como en el caso de nuestro gobernador Maximiliano Pullaro. Muchas cosas no tienen que ver con cuestiones ideológicas, tienen que ver con cuestiones de sentido común. 

En las cosas en que nosotros estamos de acuerdo en lo que plantea el gobierno, vamos a acompañar como lo venimos haciendo

–Sos profeta en tu tierra. El 83% te votó como en tu reelección como intendente ¿Estás tratando de convencer al otro 17% que no te votó?

–Trabajamos todos los días para que los vecinos puedan estar a gusto con lo que hacemos. Tenemos oposición y dialogamos mucho con ellos y el 99% de las ordenanzas que aprobamos en el Concejo salen por unanimidad. Mientras más poder tenés y más representación tenés, más humildad, diálogo y consenso tenés que llevar adelante. No podemos llevarnos todos a las patadas. Podríamos aprobar las ordenanzas, por mayoría (tenemos siete de diez concejales) pero no es el estilo. Nosotros creemos mucho en el diálogo, en el consenso y en que las cosas sucedan.

–¿Ese método lo querés llevar en tu conducción nacional?

–Creo que ese es el desafío que tenemos, no solamente para nuestro partido, sino también para la República Argentina. Tenemos que generar previsibilidad. Vivimos procesos fundacionales permanentes. El que entra saca todo lo que hizo anteriormente y empieza de nuevo. Eso no dio buenos resultados.

–¿Tu gestión deberá trabajar para presentar un liderazgo radical para competirle a Milei en dos años? 
 

–Nosotros nos ponemos como desafío poder expresar en la sociedad lo que hacemos todos los días. Y obviamente creemos en algunas cosas, creemos que tiene que haber una alternativa. Vamos a trabajar en ese sentido. Después no es ni una obligación personal y tampoco creemos en los liderazgos mesiánicos. Todo se construye en equipo, entre todos los sectores, también con la comunidad para poder generar esa alternativa.

–¿Y cuál es esa base de ideas y gestión?
 

–No creemos ni en un Estado presente bobo y corrupto, ni tampoco en un “No Estado”. Creemos en que el Estado tiene que ser eficiente, que no gaste más de lo que recaude, un Estado que haga obra pública, que genere infraestructura para el desarrollo, que acompañe a los productores y a los industriales, que genere las condiciones para invertir y para crecer y también que tenga el coraje de enfrentar a las mafias del narcotráfico, que hoy es el peor cáncer que tenemos en nuestra Argentina. Y eso es lo que demostramos y lo que demuestra todos los días también nuestro gobernador Maximiliano Pullaro con su trabajo y con su decisión.

Leonel Chiarella explica su proyecto con mucho más que entusiasmo. No promete épicas refundacionales ni liderazgos salvadores. Habla de gestión, de método, de diálogo y de hechos. Su conducción en el radicalismo argentino estará acompañada por la ex presidenta de la FUA, Piera Fernández como secretaria General, Inés Brizuela y Doria (La Rioja) en la vicepresidencia primera, Javier Bee Sellares (Córdoba) como vice segundo y María Inés Zigarán (Jujuy) como vice tercera. En la mesa también estarán como secretarios: Daniel Kroneberger (La Pampa), Gabriela Valenzuela (Corrientes), Danya Tavela (Buenos Aires), Ramón Mestre (Córdoba), Agustina Madariaga (Río Negro), y el siempre presente Daniel Angelici (CABA).